Ana María Acevedo es una joven argentina que falleció el 17 de mayo porque le negaron su derecho al aborto terapéutico, contemplado por la legislación argentina en caso de que la vida de la madre esté en riesgo. La joven sólo tenía 20 años, tres hijos nacidos mediante cesáreas y era analfabeta. En octubre de 2006, le diagnosticaron un tumor y se sometió a terapia con radiaciones, pero dos meses después le detectan un embarazo de cuatro semanas. Ante esta situación, los padres de la joven solicitan un aborto terapéutico para que su hija pudiera acceder al tratamiento contra el cáncer, pedido que le fue negado por un Comité de Bioética que expidió su negativa y aconsejó que Ana María continuara la gestación hasta las 24 semanas, para así practicarle una cesárea y luego comenzar con el tratamiento oncológico, pues aseguró que tanto la madre como el embrión no corrían riesgo. Desde entonces, su vida se convirtió en un martirio, porque le negaron, precisamente, el derecho a la vida. También le habían negado la ligadura de trompas, permitida por ley, debido a la incompatibilidad sanguínea con sus tres hijos nacidos por cesárea. Ana María estuvo obligada a soportar su embarazo y, a la vez, los fuertes dolores del cáncer. Finalmente, en abril fue sometida a una cesárea y su niña logró sobrevivir apenas 24 horas. Luego de soportar las más indolentes de todas las miserias, Ana María murió el 17 de mayo(SEMlac)
2007-06-01