Red de esperanza frente al cáncer de mama

«Es impactante enterarse de que una padece cáncer de mama. Para mí lo más terrible fue pasar por la quimioterapia; es algo que no quisiera recordar», aseguró a SEMlac Liduvina Gómez Aballí, una cubana de 47 años operada de un tumor maligno desde hace alrededor de seis.

«Me dieron más de 20 sesiones de radiaciones y durante ese tiempo solo mi mamá entraba al cuarto porque yo no quería que nadie me viera. Pensaba que nunca saldría de eso», rememoró Gómez, licenciada en Terapia Física y Rehabilitación y vecina de la ciudad de Matanzas, a poco más de 100 kilómetros de La Habana.

Ansiedad, autoestima dañada, temor a recomenzar la vida y, sobre todo, a la intimidad con sus parejas, depresión… Múltiples son los síntomas que experimentan las mujeres que padecen este tipo de tumor, coinciden especialistas en todo el mundo, y no siempre las pacientes están preparadas para hacerles frente.

«Datos de diferentes estudios muestran que más del 50 por ciento de las pacientes tienen, además del daño provocado por el tumor mismo, signos psicopatológicos que aparecen tras el diagnóstico, durante el tratamiento y la hospitalización», aseveró la doctora Lena Alonso Triana, licenciada en Psicología y vice decana de la Facultad de Ciencias Médicas de Matanzas.

La mayoría de las veces, las pacientes necesitan la intervención de especialistas en Psicología para aprender a vivir con su padecimiento, agregó la experta.

Su colega Dania Díaz Díaz, master en Psicología, coincide con Alonso y asegura que esa certeza estuvo en el origen del grupo de apoyo a mujeres mastectomizadas «Amazonas por la esperanza», que actualmente ambas coordinan.

«El proyecto comenzó hace siete años como respuesta del departamento de Psicología de la Universidad Médica de Matanzas a una solicitud de apoyo de la Federación de Mujeres Cubanas para atender a estas pacientes y mejorar su calidad de vida y sus dinámicas familiares», explicó Díaz.

La Federación de Mujeres Cubanas es la única organización de mujeres en el país y agrupa a más de cuatro millones de integrantes, a partir de los 14 años de edad.

Al principio, «Amazonas…» era apenas un pequeño grupo de operadas, junto a dos o tres especialistas, que siguió los pasos ya emprendidos en el apoyo psicológico por el doctor Miguel Hernández, jefe de la unidad oncológica en la provincia.

Según Alonso, junto a la red de apoyo nació un proyecto de investigación que busca «identificar las necesidades de aprendizaje de las pacientes, diagnosticar el estado de su autoestima y evaluar la estrategia de intervención psicológica y educativa necesaria en cada caso».

«De la etapa inicial hasta ahora nos hemos fortalecido mucho: se han incorporado otros especialistas hasta formar un equipo multidisciplinario y también familiares y amistades de las pacientes», detalló Díaz.

El nombre del grupo, explicaron las psicólogas, tuvo su inspiración en los mitos y leyendas de la antigüedad clásica.

«En la mitología griega, las Amazonas eran guerreras que se cortaban o quemaban el pecho derecho para poder usar el arco con más libertad y fuerza. Nosotras lo vimos como un signo de sobrevivencia, de autoestima, una señal de confianza en el futuro», aseguró Alonso.

Panorama difícil

Expertos de la Organización Mundial de la Salud (OMS) pronostican que en 20 años la incidencia mundial de los tumores malignos en general podría aumentar en 50 por ciento, según el Informe Mundial del Cáncer publicado en 2012.

El de mama resulta la lesión maligna más frecuente en la mujer a nivel mundial, sumando alrededor de 16 por ciento de todos los tumores femeninos.

«Es uno de los de mayor magnitud, trascendencia y vulnerabilidad», confirma la doctora Alonso en su estudio «Proyecto psico-educativo para elevar la calidad de vida en mujeres con cáncer de mama y cérvico uterino», desarrollado el pasado año 2013.

En Cuba se diagnostican cada año alrededor de 1.600 casos nuevos, dos diarios como promedio, asevera esta experta.

Los tumores malignos pasaron a ser la primera causa de muerte de la población cubana durante en 2012, desplazando a las enfermedades cardiovasculares. También son las dolencias que suman más años de vida potencialmente perdidos, según datos del Anuario Estadístico de Salud, publicado por el Ministerio de Salud Pública (MINSAP).

El de mama, en particular, constituye la segunda causa de muerte por tumores malignos en las cubanas, después de los de tráquea, bronquios y pulmón; pero la primera para las mujeres de entre 20 y 59 años, a pesar de ser una de las pocas patologías de este tipo que puede ser tratada sin un desenlace fatal.

Especialistas como las doctoras Díaz y Alonso aseveran que una mastectomía o tratamiento quirúrgico del cáncer de mama, consistente en la extirpación parcial o totalmente el seno, puede evitar la muerte de la paciente. Si embargo, agregan que no se deben subestimar las secuelas físicas y psicológicas que deja.

La alarma se multiplica, pues se trata de una enfermedad crónica no transmisible en franco crecimiento en el mundo y también en Cuba.

 

Red de apoyo

 

Tras siete años de operada, a Caridad Faurés Junco, que ahora suma 53 y trabaja como recepcionista en la Empresa Municipal de Comercio de Matanzas, sostiene que ser parte «Amazonas por la esperanza» la ha ayudado a ver la vida de otra manera.

«Sentir la falta de un seno es difícil, siempre siento que algo falta en mi cuerpo, pero aprendí que tengo mis hijos, mis nietos y hay que seguir adelante», contó a SEMlac.

En este grupo de sobrevivientes de la ciudad de Matanzas que hoy funciona como espacio de diversión, terapia ocupacional y red de apoyo, las mujeres se sienten como en familia.

«Las pacientes que llevan más tiempo de operadas y ya no necesitan un seguimiento psicológico directo, sistemático, funcionan como promotoras y conforman un importante sostén para quienes reciben el diagnóstico por primera vez», explicó la doctora Díaz.

Con un núcleo original en la ciudad de Matanzas, el proyecto ya tiene ramificaciones en Colón, otro municipio de la provincia, y sus integrantes se reúnen una vez al mes para conversar, hacer terapia, o simplemente divertirse.

«Si alguna tiene un problema, una recaída, la vamos a ver al hospital, nos turnamos con la familia para darle apoyo», narró María Dolores Pérez, una de las veteranas del grupo, jubilada, con 65 años y operada hace 22.

Los soportes psicológicos están dirigidos a problemáticas diversas, aseveran las coordinadoras.

«Hay temas que aparecen de manera invariable en nuestros diagnósticos como los relacionados con la autoestima, la autovaloración, la sexualidad después de la operación, la ansiedad, entre otros», enumeró Alonso.

Pero la preocupación por el futuro de la relación de pareja tras una mastectomía es una de las preocupaciones más recurrentes y conlleva conflictos difíciles de resolver.

«Trabajo en el Hospital Provincial, en el área de rehabilitación, y soy sobreviviente de cáncer de mama, así que muchas pacientes se me acercan a preguntarme cómo volver a su vida de pareja después de operadas, porque tienen miedo de que sus esposos no las encuentren atractivas, o de que las abandonen», reconoció Liduvina Gómez.

«No se puede olvidar que el seno es una zona erógena importante y la sensación de pérdida es dolorosa», insistió, por su parte, la doctora Alonso.

Los resultados de las investigaciones de este proyecto coinciden en que hay parejas en las que el deterioro de la relación conduce, no pocas veces, al abandono emocional por parte de los esposos.

«Aunque no sucede inmediatamente después de la cirugía y a menudo es provocado por la incapacidad de la mujer para retomar su vida», agregó Díaz.

Para Gómez, la solución está en fortalecer la autoestima y la confianza en ambos integrantes de la pareja.

«La vida es un desafío que hay que afrontar. Es verdad que al principio cuesta trabajo porque no eres la misma, pero los cambios poco a poco se van aceptando. Hay que ser transparente con el esposo y aceptarte a sí misma», agregó.

«Padecer cáncer de mama determina un desequilibrio de la organización, el ritmo y el estilo de vida de las pacientes y conlleva un impacto psicológico que alcanza a todo el entorno familiar», afirmó la doctora Alonso.

«Proyectos como ‘Amazonas…’ son necesarios para abordar este padecimiento desde una posición multidisciplinaria y con un enfoque integrador, pues se trata de una enfermedad grave y compleja, que afecta todas las esferas de la vida de las personas», concluyó.

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