Cuba vive su tercera y más severa ola de la pandemia de SARS-CoV-2, con la cifra más alta de casos positivos desde marzo de 2020 y un incremento en la población juvenil y pediátrica.
Autoridades sanitarias y gubernamentales han reforzado medidas para contener la propagación de la enfermedad, que en esta nueva escalada se expande por todas las provincias del país.
El cierre de escuelas, teatros y otros espacios públicos; la restricción de movimiento en determinados horarios del día, el uso obligado de mascarillas, la distancia física y el establecimiento de puntos de control epidémico se incluyen entre las acciones vigentes en los territorios más comprometidos con la propagación del virus.
El pasado sábado 16 de enero, la nación caribeña reportó 650 nuevos casos de covid-19, la cifra más alta para un día desde que se inició la pandemia en la isla, en marzo de 2020. En tanto, se mantenían en terapias intensivas 46 pacientes: 11 en estado crítico y 35 graves.
Los casos positivos abarcan todos los grupos de edades, pero acusan un incremento en población joven e infantil. De los 650 reportados, 12,3 por ciento son menores de 20 años y 39,1 por ciento son jóvenes de 20 a 39 años; es decir, de conjunto más de la mitad de las personas diagnosticadas.
De marzo de 2020 a la fecha, el país acumula 18.151 personas positivas y 170 fallecidas.
La nueva escalada de la epidemia, tras las fiestas de fin de año, se adjudica fundamentalmente al movimiento de viajeros entre finales de diciembre e inicios de enero, sobre todo en visitas familiares. La situación actual se distingue, además, por un incremento de casos positivos en pacientes pediátricos y en edades juveniles.
Hasta el 14 de enero, un total de 1.674 pacientes en edades pediátricas habían sido infectados por el virus y 85 por ciento se ha recuperado. Más de 260 menores se mantienen hospitalizados como positivos, informó el portal Cubadebate.
Aunque no ha ocurrido ninguna muerte infantil hasta ahora, en la actualidad cinco menores de edad se mantienen ingresados en unidades de cuidados intensivos, cuatro de ellos reportados en estado grave y uno en condición crítica.
La doctora Lissette del Rosario López González, jefa del Grupo Nacional de Pediatría del Ministerio de Salud Pública, precisó a medios locales que el primer caso confirmado de coronavirus en la población pediátrica cubana ocurrió el 21 de marzo de 2020. Desde entonces la incidencia se ha mantenido entre 10 por ciento y 12 por ciento, con una evolución clínica estable.
Aunque la enfermedad no transcurre igual ni se agrava tanto en esas edades como en las más avanzadas, especialistas alertan sobre las complicaciones y secuelas que puede dejar en niñas y niños, quienes forman parte además de las cadenas de trasmisión y contagio.
Por estos días se reiteran los llamados a las familias a mantener la precaución y prevención respecto a la población infantil, puesto que en este nuevo rebrote la población pediátrica se ha visto más severamente afectada.