El bar Humboldt es conocido por acoger a la población gay en la capital cubana. Se trata de un lugar donde, además de diversión, se encuentran materiales sobre homofobia y VIH y cuyo dueño ha decidido acoger encuentros para la prevención de infecciones de transmisión sexual.
Estos nuevos escenarios económicos y sociales forman parte, según activistas y especialistas, de una nueva fase en la prevención del VIH/sida en Cuba.
Para Raúl Regueiro, con más de 10 años de trabajo en la prevención de la epidemia, se necesita «hablar claro e impactar», pues mantener los resultados que se obtuvieron durante las campañas anteriores requiere de nuevos lenguajes y mensajes.
«Tenemos que pensar una comunicación actual y atractiva que implique a las personas, use sus lenguajes y llegue a los espacios donde están las distintas poblaciones», respondió Regueiro a SEMlac.
En la conferencia «Prevención al día, la transmisión del VIH/ITS y las personas», el experto asistente del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) en Cuba ofreció una panorámica sobre el estado de la epidemia en la isla, los retos de la prevención y complejidades en el tratamiento del virus, a la luz de nuevos descubrimientos científicos.
El encuentro formó parte del II Taller Sexualidades y Derechos Humanos que coordinó el Centro Nacional de Educación Sexual (Cenesex) en el bar Humboldt los días 9 y 10 de diciembre.
A criterio de Regueiro, ayudar a que las personas encuentren la mejor manera de dar respuesta a una situación específica debe ser el rol que ocupe hoy el trabajo de consejería frente a las infecciones de transmisión sexual (ITS) y específicamente el VIH.
Según su experiencia, tres elementos caracterizan el panorama actual en la isla: la existencia de una epidemia de VIH y sífilis en crecimiento y no controlada; los cambios que genera la reorganización de los servicios de salud y la necesidad de repensar la prevención.
Datos públicos recientes informan que disminuye el reporte de infecciones de transmisión sexual, excepto en sífilis (con un incremento de 28,8 %). En la isla existe un total de 20.654 casos diagnosticados con VIH, de estos, 80,9 por ciento son hombres y 19,1 por ciento, mujeres.
La población de hombres que tienen sexo con otros hombres (HSH) continúa siendo el centro de atención para la prevención, pues de acuerdo con Regueiro, estudios sobre el uso del condón indican que los HSH son quienes más se protegen, pero también los que más se infectan. Los HSH representan el 83,9 por ciento de la población infectada con el virus.
El especialista reconoció la calidad del tratamiento que reciben las personas que viven con VIH en el país, un total de 17.252. Trabajar por la «calidad de vida para todas y todos», afirma, debe ser la meta principal en los programas de salud.
Regueiro hace hincapié en la necesidad de preparación en temas de comunicación del personal que trabaja la prevención, con el fin de diseñar mensajes certeros y atractivos que busquen fomentar la responsabilidad y el autocuidado.
«Debemos educar a las personas para que acudan al médico y no se autodiagnostiquen. Además, es importante promover la responsabilidad de si se está infectado con cualquier ITS, comunicárselo a la pareja sexual para que también reciba atención médica», recomendó el especialista.