Fibromialgia: Una enigmática enfermedad

“Los dolores desde la cervical, irradiados por todo el cuerpo, eran insoportables. Llegué a sospechar que tenía un cáncer terminal”, explica a SEMlac Vivian Valdés, de 42 años.

“Una enfermera amiga que notó mi mano derecha muy inflamada, me sugirió ver al doctor José Ramón Sirut, reumatólogo del Hospital capitalino Calixto García. Después de un riguroso reconocimiento por distintos puntos del cuerpo, me diagnosticó fibromialgia y me dijo que era incurable”, agregó.

Esta enfermedad es de carácter crónico. Según estadísticas en México y Europa, alrededor del 90 por ciento de los casos se presentan en mujeres y la mayoría de ellas ignora que la padecen. El diagnóstico se hace difícil por el consecuente desconocimiento. Su causa es multifactorial.

“El doctor Sirut me asegura que esto es el final de un proceso que pudo haberse iniciado hace meses o años, después de una irritación seria del sistema nervioso en cualquier lugar del cuerpo. Entonces recordé que, en 2004, sufrí una fuerte crisis nerviosa por una relación sentimental que me afectó mucho a mí y a mi hijo, de mi anterior y primer matrimonio. En aquel momento debí tomar vacaciones”, cuenta Valdés.

Consultada por SEMlac, la doctora Araceli Chico Capote, especialista de segundo grado en Medicina Interna y Reumatología del hospital Hermanos Ameijeiras, también en la capital cubana, explica que en el país no hay estadísticas al respecto, pero que, efectivamente, esa enfermedad la sufren más las mujeres, aunque los hombres, niños y ancianos no están exentos.

“Actualmente es la tercera causa más frecuente en mi consulta externa, después de la osteoartrosis y la osteoporosis”, precisa.

Además del reconocimiento por los puntos sensibles, o puntos diana, también se puede diagnosticar en casos que llevan más de seis meses sufriendo síntomas como fatiga acentuada, entumecimiento matinal, alteraciones del sueño, hormigueo en extremidades, depresión, jaquecas, ansiedad y, sobre todo, dolores generalizados que provocan que un paciente te diga “todo me duele y no puedo dormir”, agrega Chico Capote.

Vivian agradece que la hayan remitido al Centro Nacional de Ozono, con la doctora Silvia Menéndez, segura de que un tratamiento con ozono la ayudaría mucho. Esta, a su vez, la encaminó al neurólogo Pablo Castillo, quien ofrece consultas en un policlínico cerca de donde reside la enferma. El especialista hace años trabaja en coordinación con el centro.

“Además de la aplicación de ozono por vía rectal, el doctor Castillo me ha ayudado muchísimo, sobre todo desde el punto de vista emocional, a superar mi enfermedad”, agrega Vivian.

La doctora María del Carmen Valdés, especializada en Medicina Interna y cuidados intensivos en adultos, explica a SEMlac que se han encontrado evidencias significativas, como que los niveles de serotonina de los enfermos están bajos, al igual que en la depresión.

Asimismo, se ha visto que la placa motora -que es donde se conecta el nervio con el músculo para darle órdenes- presenta falta de oxigenación. Esto explica la utilidad, indiscutible, de la ozonoterapia, confirma la especialista.

Valdés agrega que se aprecia un aumento significativo de la proteína presente en el líquido cefalorraquídeo, cuya función desconocemos, aunque no es hormonal. Asimismo, aparecen disminuidos algunos aminoácidos como el triptófano (contenido en las bananas y que tiene cualidades relajantes y mejora el estado de ánimo), lo cual es lógico porque este, concretamente, es el antecedente directo de la serotonina.

Castillo explica a SEMlac que los resultados de la ozonoterapia son muy esperanzadores. Además, esa técnica propicia una mejoría de la musculatura paravertebral y disminuye el dolor.

El ozono se aplica por vía rectal o subcutánea, esta última en la región vertebral. En algunos casos se inyectan 10 cc por vía intramuscular o también endovenosa. Ahora bien, su aplicación, en casos específicos, se fundamenta en la autohemoterapia, es decir, que se extrae sangre al paciente, se trata esta con ozono y se le vuelve a inyectar en el torrente circulatorio.

Los efectos del ozono en reumatología, constatados por investigaciones científicas, se cifran en la estimulación de la regeneración tisular, la mejora de la microcirculación, el consecuente alivio de la inflamación y la flexibilización de la membrana de los hematíes (glóbulos rojos), en una acción inmunorreguladora. “Los pacientes notan una franca mejoría en su estado general, ya en las primeras sesiones”, asegura Castillo.

Juan Manuel Sesti, fisioterapeuta, agrega a nuestra investigación que tiene algunos pacientes con fibromialgia a quienes aplica Taichi. “Eso los ayuda mucho. Son ejercicios de estiramiento y actividades suaves y lentas. El tratamiento con determinados ejercicios y Taichi debe ser sistematizado hasta que se logre controlar la enfermedad y que el dolor desaparezca», recomienda.

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