En la mira de la población joven

El Virus de Inmunodeficiencia Humana (VIH), causante del Sida, y sus fatales consecuencias, se cuenta entre las preocupaciones actuales de la población joven en Cuba, deseosa de encontrar una cura para quienes padecen la enfermedad o, al menos, prevenir el contagio.

Así lo señalan indagaciones realizadas por el Centro de Investigaciones Psicológicas y Sociológicas del Ministerio de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente de Cuba, algunos de cuyos resultados acaba de publicar la revista Sexología y Sociedad, que edita el gubernamental Centro Nacional de Educación Sexual (CENESEX).

De actitudes que, a inicios de la década, no identificaban a los principales portadores ni el peligro de infección, en la actualidad se aprecia una mayor aceptación de las personas enfermas y algunos progresos referidos a la protección, señalan estudios comparativos de 2000 y 2004.

En entrevistas con 436 jóvenes de tres provincias, a inicios de la década, casi la totalidad consideró que la juventud no se protegía adecuadamente del Sida, lo que atribuyeron a razones como la inmadurez, la promiscuidad, el rechazo a usar preservativo, la falta de información y otros problemas, apuntan las autoras del artículo “Percepciones sociales de la juventud sobre el VIH/sida en Cuba”, en la mencionada revista.

Entonces también se comprobó que hay información sobre los métodos de protección, sin embargo, “en el plano personal muy pocos explicaron cómo se protegían. La mayor parte de ellos tenía una idea equivocada” al respecto, apuntan las autoras, María Isabel Domínguez y Deisy Domínguez.

La segunda indagación sobre el tema, realizada el pasado año en la capital cubana, identificó como conductas de riesgo la homosexualidad masculina −un tema apenas mencionado en el primer estudio−, el consumo de alcohol y otras drogas, así como conductas inadecuadas, como la prostitución.

Las entrevistas denotaron, a su juicio, la supervivencia de prejuicios machistas que siguen condicionando las percepciones y creencias respecto al contagio de la enfermedad.

Si bien las personas entrevistadas identifican a los jóvenes como los más afectados por el VIH, también se advierte una tendencia a responsabilizar a las mujeres con el contagio, posición que fue sustentada fundamentalmente por hombres de diferentes grupos sociales, en la provincia de Pinar del Río, en el extremo occidental de la isla.

“Hay mujeres inestables…y de ahí viene esa enfermedad”, comentó a las investigadoras un obrero del sector industrial, de 24 años y con noveno grado de escolaridad.

Además de falta de información e ignorancia respecto a quiénes son los portadores mayoritarios del virus, “en estas visiones no puede obviarse la influencia de cierta mentalidad machista que carga sobre la mujer el peso fundamental de estos fenómenos”, señalan las especialistas en Sexología y Sociedad.

Otro tanto ocurre cuando se menciona la prostitución femenina como una práctica de riesgo y no se hace referencia a la masculina, que sí ha estado aportando un elevado número de casos a las estadísticas. Estas, en general, siguen mostrando tasas de incidencia muy bajas del Sida en la población cubana, aunque el contagio de la enfermedad no se detiene.

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