Descubrir todos los riesgos

Las campañas de prevención frente al virus de inmunodeficiencia Humana (VIH), causante del sida, se centrarán en 2011, en Cuba, en promover un mayor conocimiento sobre la severidad de la enfermedad y sus consecuencias sociales, según Rosaida Ochoa, directora del Centro Nacional de Prevención de ITS/VIH/sida.

El anuncio se hizo en rueda de prensa y responde a una realidad que complica en todo el mundo los esfuerzos de prevención frente a la enfermedad.
Ante la ausencia de vacunas efectivas contra el VIH, y de una cura definitiva, la prevención sigue siendo la única vía posible para enfrentar la epidemia, pero la percepción del riesgo por parte de las poblaciones sigue siendo muy baja.
Precisamente para llamar la atención del mundo sobre esta enfermedad, el próximo primero de diciembre se celebra el Día Internacional de Respuesta al VIH.“Tener información, incluso, no siempre garantiza que se tomen las medidas adecuadas para protegerse del virus”, confirmó a SEMlac la doctora Ochoa.
Expertos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), por su parte, aseveran que las personas tienden a sobrestimar el peligro de accidentes automovilísticos y de aviación, o el de ser asesinado, por ejemplo, pero subestiman riesgos más comunes, pero que no suelen aparecer en las crónicas rojas de diarios y revistas.
Entre esos últimos incluyen los derrames cerebrales, los infartos, la diabetes, el VIH y el sida.
En Cuba, una encuesta sobre  indicadores de prevención del VIH, que realiza cada dos años, desde 2001, el Centro de Estudios de Población y Desarrollo (CEPDE), de la Oficina Nacional de Estadística, ha confirmado que las personas comprendidas entre los 15 y 49 años de edad tienen baja percepción del riesgo de contraer el virus del sida en relaciones sexuales no protegidas.
Según las cifras, 47 por ciento no tiene ninguna percepción; poco más de 36 por ciento clasifica como de percepción baja; alrededor de 13 por ciento declara no saber y solo 3,4 por ciento muestra una alta percepción.
Aunque la última actualización, realizada en 2009 con una muestra de 29.950 personas, evidencia algunos avances como resultado de los programas de prevención, la situación no es todavía alentadora.
Por solo poner un ejemplo, las personas con más de una pareja sexual en los 12 meses previos al sondeo y que declararon haber usado condón en la última relación sexual mostraron cifras superiores a las de 2006, pero aún no alcanzan 50 por ciento quienes sí se protegen de esa manera.
Aunque Cuba sigue registrando la tasa de prevalencia de la epidemia más baja del Caribe, el peligro no ha disminuido: en los últimos años esa tasa ha crecido de 0,05 por ciento a fines de 2004, al actual 0,1 por ciento, dato confirmado al cierre de 2009.
Desde que se detectó el primer caso, en 1986, más de 2.000 personas habían fallecido en la isla por causa del sida hasta diciembre de 2009 y en esa misma fecha se reportaban 12.217 de personas viviendo con VIH, según un informe nacional sobre la situación de la enfermedad presentado en la citada rueda de prensa.
En la isla, según esos datos, la forma de infección de más de 99 por ciento de los casos diagnosticados sigue siendo la transmisión sexual y se mantienen eliminadas, como problemas de salud, la transmisión por sangre y sus derivados, y la materno infantil.
Un dato, sin embargo, marca una ligera diferencia con la situación de la epidemia de años anteriores: las nuevas infecciones “se trasladan cada vez más hacia edades avanzadas, incluso en parejas estables, por lo cual es necesario fomentar una mayor conciencia sobre la importancia de mantener relaciones sexuales protegidas para evitar el contagio”, alertó la doctora Ochoa.

 

Hombres en la mira
Además de hacer énfasis en la severidad de la enfermedad, la atención de las campañas de prevención en 2011 se dirigirá especialmente al público masculino y en particular a los hombres que tienen sexo con hombres (HSH), población que constituye poco más del 85 por ciento de las personas afectadas en la isla.
Se considera HSH “a todos los hombres que han tenido relaciones sexuales con otro hombre, al menos una vez en la vida”.
La ya citada encuesta sobre indicadores de prevención de infección por el VIH/sida del CEPDE ha estimado que “representan el 4,6 por ciento de los hombres cubanos de 12 a 49 años y el 5,1 por ciento de los hombres que han tenido relaciones sexuales alguna vez. Tienen una edad media de 33,6 años, dos años superior a la observada en la población general y en su mayoría (66,2 por ciento) son hombres de color de piel blanca”.
Para la doctora Ochoa, la baja percepción de riesgo entre los hombres cubanos se vincula a los conceptos culturales de la masculinidad que existen en la isla.
“Ellos no sienten que la epidemia los pueda afectar más que a otras personas: cambian frecuentemente de pareja, son más reacios a utilizar el condón y a las mujeres les resulta difícil pedirles que lo usen”, precisó a SEMlac.
Esta situación se hace particularmente compleja en el caso de los HSH, quienes suman más a su vulnerabilidad factores de índole biológica, pero también sicológica y sociocultural.
Para quienes practican el coito anal, existe un mayor riesgo físico de contraer el virus debido a la ruptura de vasos sanguíneos. De ahí la insistencia en el uso del condón. Pero también la soledad, la ausencia de modelos de relaciones estables, la discriminación, el rechazo familiar y público o la marginación son elementos que acentúan el peligro y que siguen muy presentes en los grupos de HSH.
De ahí la importancia de la labor de los más de 2.000  promotores, la mayoría voluntarios, que trabajan por toda la isla, empeñados en frenar una enfermedad que, por su gravedad y rapidez en la transmisión, fue calificada como “pandemia del siglo XX”.

Noviembre de 2010

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