Más que la moda, el proyecto BarbarA´s defiende una cultura. Esa es una de las esencias que protege con fervor Yurena Manfugás, cofundadora del proyecto, surgido en 2016 para honrar la memoria de la abuela, matriarca de la familia de quien tomó su nombre. Si bien la marca lleva al público una visión de la moda diferente y variada, lo principal es reivindicar la cultura afrodescendiente en Cuba.
“Uno de los propósitos es llevar aprendizaje y cultura a la población sobre la importancia de respetar y representar nuestra herencia desde el respeto, sin caer en estereotipos, y deconstruyendo pensamientos y prácticas racistas”, comenta a SEMlac Manfugás.
Las raíces de las que bebió este emprendimiento las sitúa en los años noventa del pasado siglo, cuando su madre y fundadora, Deyni Terry, impulsaba un proyecto comunitario en la barriada de Cayo Hueso, Centro Habana, llamado “Moros y cristianos”.
Estaba enfocado en trabajar con niñas, niños y sus familias, fundamentalmente de poblaciones vulneralizadas, y se centraba en la enseñanza de talleres de distintas ramas culturales. Ese trabajo les permitió conocer las carencias de un grupo de personas, para quienes resultaba impostergable generar ese tipo de iniciativas. Al tiempo, la experiencia mostró la necesidad de alejarse de la moda eurocentrista que por tanto tiempo se ha impuesto en el país.
“Los resultados de ese proyecto y el trabajo comunitario hecho por mi mamá fueron lo que dieron resultado, en cierta medida, al inicio de BarbarA’s”, precisa Manfugás, para quien desde el comienzo quedó claro que sería un emprendimiento de mujeres.
“Tenemos una foto del día en que inició, sentadas en la sala de la casa de mi tía, en Cojímar: todas somos mujeres de distintas edades y con un deseo de hacer tremendo”, rememora.
En el trayecto, varios hombres se sumaron a colaborar, unidos por el propósito de exponer y reivindicar la cultura afrodescendiente desde un sentido de pertenencia y orgullo. No obstante, todavía ellas son mayoría y juntas han tenido que sortear no pocas piedras en el camino.
“La cubana es una sociedad bastante machista aún”, considera Manfugás. “Eso lo hemos experimentado, especialmente, al ser dos mujeres negras con una marca que representa ropa afro. Muchas personas al inicio, sobre todo, no entendían qué queríamos hacer y nos malinterpretaban. En muchos lugares hemos tenido que, como dicen por ahí, ir con las botas puestas y muy duras, porque sentimos todavía esas barreras que habitualmente la sociedad le impone a la mujer”, dice.
En su caso, no tiene hijos, pero otras personas de la familia le demandan cierta atención que tal vez no le pedirían si fuera hombre. Su pareja, en cambio, ha sido “súper comprensiva” y la apoya.
Ser mujer es una motivación más para hacer lo que hacemos, apunta Manfugás, pues uno de los objetivos de la marca es la defensa del empoderamiento de la mujer. “Nosotras somos mujeres empoderadas, no por el hecho de tener un emprendimiento, sino porque nos levantamos cada día, salimos adelante y estamos ayudando a otras mujeres a salir adelante”, afirma.
Otros prejuicios también se convierten en obstáculos en el camino de BarbarA´s. El hecho de crear una marca afro en un ambiente donde no se ha trabajado el tema de conectar con esa herencia africana es una muestra de ello, opina.
“En Cuba aún hay racismo”, sostiene, y eso ha implicado tener que tratar con personas que niegan el legado afrodescendiente. “La gente estaba muy esquiva al inicio y eso fue un gran reto que tuvimos que vencer, por eso decía que el objetivo fundamental siempre ha sido llevar aprendizaje y cultura, que la gente entienda cuál es el mensaje que queremos enviar, que se identifique, que aquel que decía: ‘no eso no es lo mío, yo soy negro, pero a mí esas cosas de negros…no’, comprenda que no es así.
“El respeto y la representación no es cosa de negro o negra, es cosa de toda la sociedad, de la cual todos y todas somos parte”, enfatiza e insiste en la necesidad de unirse para terminar con prácticas racistas y representar esa cultura desde el respeto, lejos de los estereotipos, uno de los principales retos que tuvo su proyecto desde el comienzo.
Como para muchos otros negocios y proyectos económicos en el país, han enfrentado las dificultades en el suministro de materiales y la pandemia de covid-19.
“Tuvimos que reinventarnos. Nos preguntamos qué hacer para mantener la marca y surgieron nuevos proyectos, como el concurso Afrokids, que involucró a las familias”, explica. En 2020, en plena pandemia de covid, ese concurso de fotos vía online estimuló el conocimiento de la herencia africana en la moda.
Tras cinco años de mucho trabajo, abrieron su tienda en 2021, en plena pandemia. “Los mismos retos que nos ha puesto la vida son los que nos han llevado al lugar en que estamos hoy, porque para nosotras ha sido una oportunidad de crear y responder con algo que la gente ha asumido desde el cariño y con el mayor respeto. No podríamos estar más agradecidas por eso”, asegura.
La emprendedora valora muy positivamente el establecimiento de redes con otros proyectos que deben irse fortaleciendo. La participación en espacios como “Ellas hablan”, de la revista Negolution, por ejemplo, fue “una buena oportunidad” para conocer a otras personas que transitan por los mismos caminos y ayudarse mutuamente.
“Hemos hecho alianzas muy valiosas con otros emprendimientos y, de hecho, cuando Beyond Roots abrió su tienda, estuvimos allá por dos años vendiendo nuestra ropa, hasta que abrimos la nuestra”, agrega.
Con orgullo, afrodescendientes
En BarbarA’s la moda ha sido una excusa, un vehículo para reivindicar la cultura afrodescendiente y enviar un mensaje. Las personas acá han crecido muchísimo y han entendido la importancia de ser orgullosamente afrodescendientes, acota.“La moda tiene muchísimo poder y puede servir para modificar el concepto o el pensamiento de una parte de la sociedad. Es por ello que actualmente varios proyectos apuntan hacia la afroestética, ganando un espacio que antes no tenían”, reflexiona.
Negada a ver este movimiento como algo superficial, como que “lo negro” esté de moda, Manfugás sostiene que se trata de una cultura que tiene sus propias dinámicas y aportes a la historia mundial.
Por ello, insiste en seguir de cerca el mensaje que se trasmite. “No puede venir cargado de estereotipos o perpetuar lo que hasta ahora se ha dicho de la cultura afro, de las personas afrodescendientes”, subraya en referencia a dinámicas racistas y representaciones que llaman a la burla, porque no se basan en el orgullo.
Manfugás refiere como ejemplo lo que sucede hoy con el uso del turbante, una pieza relevante en la cultura afrodescendiente, pero que se ha convertido en estereotipo: “si quieres representar la cultura afro tienes que llevar un turbante”, afirman algunos, cuando no necesariamente es así.
“La cultura afro es inmensa y tiene muchísimas maneras de ser representada, no necesariamente hay que usar turbante. Incluso cada manera de ponerse un turbante tiene un mensaje”, explica.
Algo tan sencillo evidencia cuán cerca está el riesgo y, en opinión de Manfugás, la esencia está en enseñar que no es un elemento de moda que te pones y ya, “estás contando una historia de vida, de generaciones pasadas y probablemente de generaciones futuras”, precisa.
“La moda que promovemos tiene un mensaje muy claro. La gente entiende que tratamos de romper estereotipos, de empoderar a la mujer, pero también intentamos acabar con las ideas preconcebidas sobre los hombres negros y queremos que las personas no afrodescendientes sean parte de esto”.
Antiguamente conocido como Barbara´s Power, desde diciembre del año pasado el proyecto relanzó la marca con el nombre BarbarA´s y un local en La Habana Vieja, en la calle Cienfuegos 211, entre Misión y Arsenal.
Sus ideas y productos están presentes igualmente en Instagram (Barbarascuba), Facebook (Barbaraspowercuba) y tienen además un grupo en esa red que se llama Familia de Bárbara, donde comparten relatos, historias y datos curiosos.
El julio pasado estuvieron presentes en el Torino Fashion Week y se convirtieron en la primera marca cubana que ha participado en esa Semana de la Moda, de lo cual la emprendedora dice sentirse orgullosa, pues fue muy importante poner a Cuba en una pasarela internacional de Italia.
“Nuestra mayor aspiración es seguir creando y, cuando digo creando, no me refiero solo a ropa, sino a generar un espacio donde las personas sigan aprendiendo y la cultura afro siga creciendo”, insiste.