El fomento de valores de las personas para detener la epidemia del VIH (virus de inmunodeficiencia humana, causante del sida) fue la propuesta del II Encuentro Nacional de promotoras trans en salud sexual, con énfasis en la prevención de las ITS/VIH/sida, en la oriental provincia de Santiago de Cuba.
«Confianza, credibilidad, respeto, disciplina, decoro, empeño, voluntad y valentía», fueron algunos de los principios enunciados, del 11 al 16 de julio pasado, por 33 personas trans (travestis y transexuales) y transformistas, formadas por el Centro Nacional de Educación Sexual (CENESEX).
«Igual que demandamos de la sociedad cubana, tenemos que darle lo mejor como seres humanos», reflexionó la psicóloga Mayra Rodríguez Lauzurique, coordinadora de la Red Trans del CENESEX.
«No hemos hablado ni de sida ni de percepción de riesgo ni de uso del condón, sino de valores para poder llegar a la gente», dijo Paquito Pérez, que ha apoyado el trabajo de la red trans en la central provincia de Cienfuegos, sede de la V Jornada Cubana contra la Homofobia, en mayo próximo.
La prevalencia y el aumento del VIH en hombres que tienen sexo con hombres (HSH) —clasificación epidemiológica que reúne a gays, transgénero y hombres que hayan tenido al menos una experiencia homosexual— centró el debate del primer día de trabajo.
En 2010, más del 80 por ciento de los hombres diagnosticados seropositivos al VIH en Cuba, dijeron pertenecer a esta categoría. Sin embargo, se desconoce cuántas personas son transgénero.
«Es necesario considerar en las estadísticas a la identidad de género de personas que la sociedad considera hombres por su sexo biológico, pero que no cumplen con los parámetros impuestos para el género masculino», dijo Malú Cano, coordinadora trans del CENESEX.
Y ejemplificó: «Una mujer transexual no es un hombre, aunque sus genitales sean masculinos. Por eso no tiene una preferencia homosexual cuando ama a otro hombre».
Según Malú, «nuestra vulnerabilidad biológica, anatómica, se une a las psicológicas y sociales que son específicas para nuestro grupo».
«Somos violentadas por nuestras familias y parejas y por la sociedad. Nos resulta muy difícil terminar de estudiar porque no nos dejan ir vestidas como sentimos y por tanto, en el mejor de los casos, accedemos a peores puestos de trabajo; en el peor, tampoco nos permiten ir con prendas supuestamente del otro sexo», explicó Olivia Lam, una de las activistas más veteranas.
«No solo son necesarias estas especificaciones para la epidemiología, sino para nombrar las cosas. Lo que no tiene nombre no existe. Por eso creo que las campañas de comunicación no nos incluyen», reclamó Malú.
En Santiago de Cuba, sede en mayo último de la Jornada Cubana contra la Homofobia, el programa atrajo a la población, al incluir sendos espectáculos de transformismo con artistas locales y de la capital.
«Una de las peculiaridades del trabajo de la red trans en la isla, es la realización de prevención desde el escenario. Tenemos un ejemplo en la figura de Riuber Alarcón, con su personaje de Margot, que se ha caracterizado por el manejo del tema desde el humor», afirmó Rodríguez, responsable del programa de capacitación.
El grupo trans del CENESEX, con apoyo financiero del Fondo Mundial desde 2001, tiene como objetivo preparar a personas trans como promotoras para prevenir el VIH y como activistas en derechos sexuales.
En la actualidad, existen 595 promotoras formadas de todo el país, exceptuando los territorios de la Isla de la Juventud y Las Tunas.
El I Encuentro Nacional de promotoras trans en salud sexual tuvo lugar en la ciudad de Santa Clara, a unos 300 kilómetros al este de La Habana, en 2010.
Tomado de Sección Diversidad Sexual. Cenesex