La Habana, marzo, (SEMlac).– La necesidad de desterrar prejuicios y estereotipos sobre la sexualidad en las personas con discapacidad, y de que la familia y la escuela desarrollen habilidades para llevarles la Educación Integral de la Sexualidad (EIS), desde las edades tempranas, fueron algunas de las reflexiones compartidas este 17 de marzo por un panel organizado por la Sociedad Cubana Multidisciplinaria para el estudio de la Sexualidad (Socumes).
De acuerdo con la doctora en Ciencias Pedagógicas y Máster en Educación Especial, Lucía Ajete, al pensar en las personas con discapacidad no podemos olvidar que hay dos elementos que inciden, uno tiene que ver con los órganos y las funciones, mientras el otro está determinado por el lugar donde es colocada.
“La sociedad tiene un impacto importante en cómo la persona con discapacidad será asumida y vivirá su sexualidad”, apuntó, y ejemplificó que no es igual un adolescente con un trastorno del espectro autista (TEA) en un ambiente favorable a su desarrollo, que otro en situación diferente.
En el encuentro, celebrado en la Casa del Alba Cultural, la experta abordó la persistencia de prejuicios en torno a la sexualidad en las personas con discapacidad. “Aún subsisten pensamientos que las tratan como personas asexuales, que no deben disfrutar del erotismo o de relaciones con otras personas, que no pueden hacer familia, o que no deben recibir orientaciones sobre estos asuntos”, dijo.
Añadió que, igualmente, se trasmiten narrativas como que se tocan más que otras o se excitan más que otras; de ahí que llamó la atención sobre el lugar que ocupan en el imaginario social en materia de sexualidad, y cómo son visibilizadas.
Remarcó que, al asumir esas posturas estereotipadas y limitarles la expresión de su sexualidad, se vulneran los derechos de estas personas, muchas de las cuales se ven doblemente afectadas, como ocurre en el caso de quienes asumen identidades de género u orientaciones sexuales no heteronormativas.
Ajete subrayó que las tendencias actuales las colocan en un área de desigualdades cuando coexisten sus sexualidades como personas y también manifestaciones de discapacidad y de salud. “La mirada de la sexualidad en la discapacidad es mucho más compleja”, sostuvo.
Insistió en que mientras más temprano se inicie el trabajo de atención y compresión, mejores resultados se tendrán, y se preguntó cómo hacer accesible la EIS para estas personas y sus familias, cómo ponerla en función de sus necesidades, o cómo formar los recursos humanos para atender estos temas.
La especialista se refirió, igualmente, a la importancia de desarrollar habilidades sociales para la autonomía, independencia y el vínculo con el otro, que son herramientas importantes para el desempeño en espacios de socialización.
“Hay muchos recursos que pueden ayudarles en ese aprendizaje”, remarcó.
Sobre el particular compartió ideas la doctora en Ciencias y profesora titular de la Universidad de Ciencias Pedagógicas, Daisy Ferrera, quien destacó la relevancia de las habilidades socioafectivas para poder trasladar los conocimientos de la EIS a las personas con discapacidad, pues favorecen las relaciones interpersonales, intrapersonales y grupales.
En su intervención profundizó en la necesidad del autocontrol emocional, imprescindible para establecer un ambiente favorable de aprendizajes; también del autoconocimiento, para poder explorar cómo estas personas se ven a sí mismas, qué sienten y qué necesitan.
Añadió que resulta esencial la empatía, tener en cuenta la etapa del desarrollo en la que se encuentran estas personas; así como la asertividad, y establecer una comunicación honesta, directa, amable y que tome en cuenta las características del otro.
Ferrera precisó que, tanto los familiares, como los pedagogos u otros que asuman la función de educadores, deben estar preparados para mediar en la solución de conflictos, tener una actitud negociadora y subrayó que son claves los conocimientos sobre el contenido de la EIS, y de las características de las personas con discapacidad con las cuales se trabaja.
Ejemplos que ilustraron muy bien estas ideas fueron los referidos por la doctora en Ciencias Pedagógicas Imilla Campo, quien lidera un proyecto dedicado a la orientación y educación a familias y docentes del sector rural y zonas vulnerables para la inclusión educativa de los niños con discapacidad, en particular de los infantes con TEA.
Muéstrales el camino y Juntos por la inclusión son los dos grupos creados como parte de ese proyecto, mediante el cual, de forma semanal, brindan orientación a las familias y elaboran materiales vinculados con los temas de educación integral de la sexualidad, a partir de las demandas de las familias y con un peso muy grande en la afectividad.
Campo explicó que cuando conversaban con los padres muchos exponían vivencias desde el dolor y los prejuicios sociales a los que son sometidas las familias de estos niños, que muchas veces son discriminadas.
Los encuentros, además, les permitieron conocer hacia dónde dirigir el trabajo, cuáles eran las principales inquietudes sobre sexualidad y cómo ayudar en un tema sobre el cual existe muy escasa literatura, pues no se habla con frecuencia sobre la sexualidad en personas con TEA y en Cuba es un asunto insuficientemente abordado, acotó.
Agregó que los padres también mostraron carencias en cuanto a los conocimientos de las características del desarrollo, qué hacen en la infancia, en la adolescencia, lo cual les permitiría tener mayor claridad sobre cómo actuar ante situaciones como el descubrimiento de los genitales o la aparición del deseo sexual de sus hijos.
Todos esto sirvió de base a la elaboración de folletos educativos, comentó, diseñados tomando en cuenta las características de estos niños y adolescentes, la etapa del desarrollo a la cual van dirigidos, y con símbolos y elementos gráficos coherentes con esos aspectos.
En dichos materiales didácticos se incluyeron temas como la enseñanza de los genitales y sus cambios, la masturbación masculina y femenina, la menstruación o herramientas para enseñar a los niños y niñas con TEA a que no sean víctimas de abuso sexual, abundó.
Desde el público asistente, donde estuvieron miembros de la Socumes y estudiantes, se agradeció las intervenciones de las integrantes del panel y sugirieron incluir las nuevas tecnologías entre las plataformas de trabajo para las actividades diseñadas por el proyecto.