(Especial de SEM) El silencio que suele rodear a la homosexualidad en Cuba, un tema tabú también dentro de la prensa en la isla, fue roto a inicios de este mes por un amplio reportaje aparecido en el diario Juventud Rebelde, de circulación nacional.
Para la periodista Aracelys Bedevia, autora del trabajo, el desconocimiento en torno a las causas de la homosexualidad fomenta la existencia de mitos y prejuicios que favorecen el rechazo hacia los gay y las lesbianas.
El reportaje, conducido por la historia de unos padres arrepentidos de haberle negado apoyo al hijo al saber su inclinación homosexual, sugiere una mayor aceptación por parte de la familia cubana en los últimos tiempos.
«Para nosotros lo más importante en estos momentos es estar a su lado, recuperar el tiempo perdido, hacerle sentir que por difícil que haya sido hemos logrado comprender que nadie tuvo la culpa» aseguran los padres entrevistados por el diario.
Esta es la segunda ocasión en solo unos meses que la prensa cubana dedica un espacio a la homosexualidad y además lo hace desde una perspectiva de comprensión. Anteriormente, la revista universitaria Alma Mater publicó un extenso reportaje sobre la situación de gays y lesbianas en la isla.
La publicación de Juventud Rebelde cobra mayor importancia en la medida de que es un diario que llega a amplios sectores de la población, a lo largo de todo el país.
La homosexualidad «no es un pecado, ni nos hace mejores o peores seres humanos», afirmó en entrevista a Juventud Rebelde el sicólogo Leonardo Chacón, especialista del Centro Nacional de Prevención de Infecciones de Transmisión Sexual (ITS) y Sida y responsable del programa de esa entidad entre hombres que tienen sexo con otros hombres.
Según el rotativo, numerosas teorías intentan explicar las causas de la homosexualidad y tratan de definir si tal condición es adquirida o innata, si está en los genes o en las hormonas o tiene que ver con alguna predisposición biológica.
«Pero ninguno de estos planteamientos ha sido lo suficientemente comprobado», asegura la publicación y cita al especialista para asegurar que hasta el momento no se conoce una causa específica de la homosexualidad.
Para Chacón, el hecho de que en muchas ocasiones a los homosexuales se les juzgue a partir de prejuicios, por su orientación sexual y no por su valor humano, no ha impedido que muchos de ellos asuman su condición como un hecho natural y defiendan el derecho a que se les respete y valore.
«Ser gay no es sinónimo de perversidad ni constituye delito alguno. El perjuicio o daño que sufren estos individuos y su familia no es el único costo que este repudio provoca. La sociedad también pierde porque se priva de la contribución de uno de sus miembros», asegura el especialista.
Valorado como un paso más en el camino de abrir un espacio de debate sobre el tema en la prensa cubana, algunos expertos, sin embargo, opinan que el asunto es muy complicado en la isla, de fuerte tradición machista y homofóbica, y que aún queda mucha «tela por donde cortar».
Agosto, 2003