Las políticas sociales, desde el triunfo de la Revolución cubana, han estado en consonancia con los principios conquistados. La educación, la salud y la seguridad social han sido temas medulares a la hora de trazar estrategias de trabajo. Uno de los grupos sociales beneficiados con esos programas  es la familia, aun cuando en Cuba no exista una política que la contemple como grupo social con interacciones propias.

Las acciones van dirigidas a integrantes específicos, como es el caso de niños y niñas, las mujeres embarazadas, las personas con capacidades diferentes y personas mayores. Estas políticas toman como base el modelo nuclear y heterosexual, dejando fuera todas las que rompen con estas características. Tal es el caso de las familias homoparentales, cuyas necesidades son invisibilizadas en la elaboración e implementación de las políticas y las leyes.

La Constitución de la República de Cuba, aprobada en 2019, logra atemperarse a la realidad de la sociedad contemporánea y reconoce a la familia como institución social, sin importar su composición, incluido el deber del Estado de garantizar sus derechos. Además, se plantea el libre acceso de todas las personas a los procederes de salud.

Esa es una realidad trasciende al sistema de salud, donde se incluye el Programa Nacional de Atención a la Pareja Infértil, el cual se encarga de desarrollar los procederes médicos y asistenciales para las parejas que no logran tener descendencia por la vía natural. Este programa opera con los conceptos del Código de Familia vigente, que reconoce únicamente la unión entre un hombre y una mujer, lo cual limita el acceso de otras familias al programa. Por lo tanto, los derechos sexuales y reproductivos de las familias homoparentales son vulnerados. Además, es una necesidad, en muchas familias homoparentales, tener hijos e hijas como parte de su proyecto de vida. Esta idea se ve frustrada, al no poder acceder a los servicios de reproducción que se brindan en el país.

Estas limitaciones entran en contradicción con lo establecido en la Constitución en materia de igualdad y no discriminación; la ampliación del concepto de familia, entendida como institución social; y el libre acceso a la salud como un derecho. Además, el Estado ha colocado la mirada en los excelentes indicadores del Programa Nacional de Atención a la Pareja Infértil y su incidencia positiva en las variables demográficas del país. La apertura de los servicios a otras familias podría incidir en el aumento de estos indicadores. Por tanto, se hace necesario hacer una revisión del programa, con la finalidad de incluir en sus servicios a las familias homoparentales, en consonancia con los postulados de la Constitución y las necesidades del país.

El Programa Nacional de Atención a la Pareja Infértil tiene protocolizada la atención en todos los niveles de asistencia. Pero, al operar con el concepto de pareja del Código de Familia vigente, el acceso queda limitado para las familias homoparentales, lo cual contradice los postulados de la Constitución y el  acceso de todas las personas a los servicios de salud.

En el orden de la garantía de los derechos universales a la salud en Cuba, según las normas del programa, estos están garantizados para un tipo específico de familia, compuesta por un hombre y una mujer. Las que rompen con este modelo no están excluidas de manera explícita, pero, al no contar con el respaldo legal, no pueden ser beneficiarias del programa.

Entre las principales amenazas a considerar para incluir a las familias homoparentales como potenciales beneficiarios, se destaca la persistencia en la sociedad de posturas discriminatorias por razones de género en contra de estas familias y su deseo de tener descendencia, fundadas en ideas carentes de basamento científico. También la desactualización del Código de Familia atenta contra el reconocimiento de estas familias, contradiciendo los postulados de igualdad y no discriminación reconocidos en la Constitución de la República de Cuba.

Existen elementos externos que pueden ser tomados en cuenta como oportunidades para incluir a las familias homoparentales en los servicios asistenciales del programa. El proceso de actualización de las leyes en el país, en función de ajustarlas a las disposiciones de la Constitución, constituye uno de ellos. Además, los efectos de los servicios que brinda el Programa Nacional de Atención a la Pareja Infértil en las dinámicas demográficas del país han suscitado un marcado interés por parte del Estado. La inclusión de las familias homoparentales en el programa podría incidir favorablemente en las variables demográficas de reemplazo poblacional y natalidad.

Las debilidades que presenta el Programa Nacional de Atención a la Pareja Infértil para incluir a las familias homoparentales se derivan, en su mayoría, de la ausencia de leyes que reconozcan esta unión. La inexistencia de un techo legal que les permita incluir a estas familias influye también en que no se capacite y sensibilice al personal de salud en los temas de la diversidad familiar y los servicios a estas parejas.

La forma en que está protocolizada la prestación de los servicios en el programa, la calificación y cualificación del personal de salud que labora en él y la atención psicológica que brinda en todos los niveles constituyen fortalezas a tener en cuenta para incluir a las familias homoparentales como sus beneficiarias. Además, la existencia de varios procederes médicos para lograr la gestación, aplicables a cualquier mujer, es otra de las fortalezas a tener en cuenta para incluir a estas familias.

Se pueden tener en cuenta las siguientes líneas y acciones de transformación en el servicio, con la finalidad de que sea verdaderamente inclusivo:

  • Llevar a cabo procesos de capacitación y sensibilización para quienes se encargan de diseñar políticas de salud y del personal médico y no médico que integra el programa, en los temas de derechos sexuales y género. Para ello se propone crear alianzas de trabajo con el Cenesex, en materia de capacitación y asesoramiento en estas temáticas.
  • Realizar campaña de divulgación en función de esta amplitud en el acceso a los servicios, incluyendo las nuevas poblaciones objetivo.
  • Crear y fortalecer las alianzas con los sistemas de adopción para las parejas que no logren la descendencia mediante los procederes del programa.
  • Valorar otras formas de organización de las parejas, lo que posibilita que las integradas por dos hombres puedan lograr la gestación subrogada.
  • En las consultas de psicología, incluir el acompañamiento psicológico a las familias homoparentales, para crear mecanismos resilientes ante las posturas discriminantes vigentes en la sociedad.
  • Explorar otras formas de financiación del programa, valorando las ayudas que ofrecen las ONG a programas y proyectos de impacto social.
  • Sustituir el concepto de pareja por el de personas en el cuerpo de los reglamentos de funcionamiento del programa.
  • Trabajar en la ampliación de los servicios de alta tecnología en todas las provincias.
  • Lograr la concreción del proyecto relacionado con la creación del banco de semen y óvulos.

Existen vías, condiciones y necesidad para la transformación y el perfeccionamiento del Programa Nacional de Atención a la Pareja Infértil, desde la asunción de un nuevo concepto de familia, lo que llevaría a que se brinde un servicio más permeable a esas nuevas formas. Esta inclusión debe ir acompañada de un proceso de capacitación y sensibilización del personal que labora en ese programa. 

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

11 − seis =