Diversidad sexual vive en imágenes documentales

La diversidad sexual resulta un tema frecuente en documentales cubanos contemporáneos. La directora Lizette Vila, coordinadora del Proyecto Palomas, se ha ocupado sistemáticamente del tratamiento de estos temas. El más reciente de sus documentales que aborda la temática Ni preguntas…ni respuestas…es la vida, nos acerca a las familias de personas transgéneros.

Las madres de varios transegéneros cubanos son las protagonistas de estas historias. El dolor, el miedo, la incertidumbre, la vergüenza son sentimientos de tránsito hacia un estado de aceptación, incluso orgullo, por los cuales muchas de ellas han pasado.

Realidades como la inserción laboral, la aceptación social y de la familia, el VIH y las enfermedades de transmisión sexual son conflictos tratados por documentalistas de la isla. Pero pocos realizadores han mantenido una producción tan constante.

Este es el cuarto material fílmico que la realizadora dedica a la temática. Con anterioridad había realizado Hembra es el alma mía (2004), La deseada justicia (2007) y Sexualidad, un derecho a la vida (2007).

No es de extrañar que asuntos como la discriminación aparezcan en documentales del proyecto Palomas, pues como bien afirma su coordinadora, la realización audiovisual se ha convertido también en plataforma de diálogo con la realidad social.

«Yo parto de una percepción holística y feminista. La vida y el mundo son imágenes, y esas imágenes que pasan por nuestra percepción y que guardamos en lo profundo pueden provocar una modulación, un cambio en los comportamientos humanos y en consonancia, un desarrollo. Por eso Palomas trabaja con los signos, los símbolos y las significaciones», dijo a SEMlac la reconocida documentalista.

Sentimiento, información y amplio registro visual conforman el discurso de su proyecto. Aunque varios realizadores participan, la mayoría de los materiales son de la autoría de Vila, quien le aporta la importancia que adquiere lo emocional.

«Cada proceso social necesita de una triada que a mí me parece esencial: la información, el conocimiento y la comunicación. Estos son inseparables para lograr procesos de aceptación. Los sentimientos y las emociones son otros de los elementos que me parecen imprescindibles. Aunque la mayoría no le reconoce, a este proceso, ese atributo como una forma de función inteligente de la conciencia y se lo deja todo al pensamiento lógico, lo que me parece una mutilación para el aprendizaje», afirma.

Aunque no cree en fórmulas para el abordaje cinematográfico de la diversidad sexual, Vila refiere la necesidad de tomar conciencia sobre lo complejo de estas realidades y los procesos de dolor y supervivencia que han debido encarar no solo las personas transgénero, homosexuales y bisexuales, sino también sus familiares y allegados.

Sobre el mito de la poca aceptación que puedan tener estos materiales ante un público amplio, concluye: «El público lo recibe muy bien. Nunca he tenido ningún incidente. No se puede subestimar a nadie y tampoco se pueden subestimar los sentimientos de las personas».

El Proyecto Palomas surgió en 2002 como una iniciativa que integra la realización documental y de acciones comunitarias que, según sus estatutos, promueve ideas, sentimientos y emociones para la construcción del desarrollo humano, como fundamento a la obra universal de hombres y mujeres de buena voluntad.

Además de la sexualidad, sus materiales abordan temas relacionados con la violencia, la salud de las mujeres y el cambio climático, entro otros.

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