Con la participación de activistas de Trinidad, Cienfuegos, Santa Clara, La Habana, Mayabeque y Pinar del Río, del 17 al 21 de junio, se realizó en la ciudad de Pinar del Río el primer Taller Regional de Occidente de la Red de Mujeres Lesbianas y Bisexuales del Centro Nacional de Educación Sexual, Cenesex.
El tema fundamental fue la “Identificación y abordaje de la violencia de género”, con el objetivo de fortalecer las capacidades de las activistas para el tratamiento de las violencias de género en sus escenarios de interacción social.
Durante las diversas sesiones del taller, especialistas del Cenesex plantearon, entre otros temas imprescindibles, el análisis de la lesbofobia como obstáculo para el disfrute de oportunidades sociales de las mujeres lesbianas y bisexuales; las causas de la estigmatización, discriminación y violencias homo-lesbo-transfóbicas y los escenarios de reproducción; la prostitución, trata de personas y el feminicidio; los condicionantes sociales de la salud y las necesidades de salud sexual de las mujeres lesbianas. Igualmente se analizó y explicó la Constitución cubana como plataforma para el ejercicio de derechos sexuales e instrumentos de comunicación para consolidar las habilidades comunicativas para el ejercicio de la ciudadanía.
Se realizó un diagnóstico de las necesidades de capacitación de las mujeres lesbianas y bisexuales. En este punto, los diferentes grupos de la red identificaron como urgentes la obtención de herramientas para enfrentar la vulneración de sus derechos ante instituciones, centros laborales y escolares, las fuerzas del orden y otras autoridades; profundizar el conocimiento de los derechos refrendados en la Constitución; buscar estrategias de comunicación para visibilizar la realidad de las mujeres lesbianas y bisexuales; crear materiales educativos; recibir asesoramiento jurídico. También se habló de la necesidad de que en las Jornadas Cubanas contra la Homofobia y la Transfobia existan espacios de debate sobre la lesbofobia y la bifobia. Se planteó la importancia de que, a través de la educación integral de la sexualidad, los profesionales de la educación y de la salud se preparen para erradicar el acoso y la discriminación por orientación sexual e identidad y expresión de género.
La identificación de las violencias de género en el entorno inmediato arrojó como resultado que muchas mujeres lesbianas encuentran el primer obstáculo y la primera manifestación de violencia en el seno familiar, ante la incomprensión de madres y padres cargados de prejuicios, que en muchos casos no solo ejercen violencia física y psicológica, sino que llegan a expulsarlas de la casa. La escuela, el centro laboral y otros lugares de socialización también constituyen espacios donde ese grupo de la población vive episodios de violencia y vulneración de sus derechos.
Existió un consenso general al identificar el miedo al estigma social como una causa de lesbofobia, que no solo se manifiesta en las personas cercanas a las mujeres lesbianas, frecuentemente desacreditadas por la ideología y la cultura del patriarcado, sino también en ellas mismas, al ocultar su orientación sexual y vivir en condiciones de lesbofobia interiorizada.
Las activistas señalaron que la Federación de Mujeres Cubanas, FMC, debería ofrecer apoyo a las mujeres lesbianas y bisexuales a través de las casas de orientación a la mujer y las familias, y desempeñar un papel más activo en la educación contra una cultura patriarcal y lesbofóbica que perjudica a mujeres que también son federadas de esa organización social. Otras participantes se refirieron a la violencia que se verifica en la propia pareja lésbica. A propósito del tema, la coordinadora de la Red Oremi, de La Habana, explicó los resultados de una encuesta realizada a un grupo de mujeres, donde quedó demostrada la existencia de actitudes violentas entre lesbianas.
Hubo temas como el de la prostitución y trata de personas que suscitaron un debate intenso y propiciaron información valiosa a los facilitadores, pues las activistas de la Red denunciaron la existencia de proxenetismo y prostitución entre las mujeres lesbianas, una realidad que se verifica sobre todo en las parejas de mujeres que reproducen los roles binarios y en la cual una de ellas, la que actúa como “el hombre”, insta a su pareja a prostituirse para garantizar la manutención de ambas. Describieron los lugares de reunión y el comportamiento que siguen.
A lo largo de todos los años de trabajo de la Red, y en cada uno de los talleres realizados, de manera recurrente, las activistas han planteado la necesidad de que existan servicios de salud amigables y la importancia de contar con profesionales de la salud sensibilizados y respetuosos con la población LGBTI. La presentación del estudio “Una mirada a las necesidades de salud sexual de las mujeres lesbianas” fue otro de los temas que las activistas enriquecieron con el relato de sus experiencias negativas en algunos servicios de salud, específicamente de Ginecología, y solicitaron a Gisett Suárez Gutiérrez, autora del estudio, que ampliara la muestra, no solo en cantidad de entrevistadas, sino también en extensión territorial, por la importancia que tiene y la poca investigación que existe al respecto.
Una de las constantes en estos encuentros es la dificultad de hallar materiales didácticos o bibliografía que verse sobre la sexualidad, historias de vida, vulneraciones y estigmatización de las mujeres lesbianas y bisexuales, que siguen siendo para la academia una población desconocida y silenciada.
Un momento de expectativa y múltiples preguntas fue el dedicado a la “Constitución cubana: plataforma para el ejercicio de derechos sexuales” y la explicación exhaustiva del contenido de cada uno de los artículos que refrendan nuestros derechos, con énfasis en los artículos 42, 43, 44, 48, 53, 61, 64, 72, 73, 81, 82 y 85. La preocupación general se concentró en la garantía y cumplimiento de esos derechos por parte de todas las instancias, instituciones y población, sobre todo por la escalada de las posiciones de los fundamentalistas religiosos, la violencia y la incitación al odio que han generado a través de campañas que niegan los derechos de las personas LGBTI y el reconocimiento de otros tipos de familia. También se hizo énfasis en el acceso a la reproducción asistida y que nuestras uniones de pareja gocen de todas las garantías que le asisten al matrimonio heterosexual; iguales derechos, aunque se utilice diferente denominación.
Se propuso un ejercicio para consolidar habilidades comunicativas, en el cual se evaluó la creatividad de las activistas a la hora de encontrar soluciones para transmitir mensajes relacionados con sus vivencias y los problemas que enfrentan debido a prejuicios y discriminaciones. Una vez más los grupos señalaron el estereotipo de mujer lesbiana que suele presentarse en las contadas ocasiones que se le muestra en audiovisuales y otros soportes comunicativos, y la falta de programas radiales y televisivos que dediquen espacios de sensibilización y visualización acertada de las personas LGBTI.
La última sesión de Taller Regional de la Red de Mujeres Lesbianas y Bisexuales se dedicó a la presentación y comentario de los Acuerdos de Trabajo de dicha red y fue la ocasión propicia para socializar las buenas prácticas de cada grupo y los logros y dificultades que han obtenido o enfrentado en cada una de sus provincias. Las coordinadoras provinciales expusieron las actividades que realizan y que les permiten interactuar positivamente con las respectivas comunidades e instituciones que les brindan espacios amigables.
En algunas provincias la red de apoyo es amplia, en otras, como es el caso de Trinidad, es casi inexistente. Se profundizó en las razones de un activismo consciente y comprometido, en la necesidad de trazar estrategias de trabajo conjunto para lograr fortalecer la Red de Mujeres Lesbianas y Bisexuales, y poder alcanzar esa dignidad plena que plantea la Constitución, donde se reconoce a todas sus ciudadanas y ciudadanos iguales ante la ley.