La comunidad médica cubana se aparta del tratamiento tradicionalista de la intersexualidad y opta por evitar la cirugía correctora de los genitales en los primeros meses de vida, como suele hacerse en un importante número de países desde mediados de la pasada centuria.
«La política actual impone no ser agresivo, no ir a la cirugía y esperar unos años, hasta que la persona pueda estar en condiciones de elegir», aseguró la doctora Elena Hernández, especialista en embriología médica de la provincia cubana de Sancti Spíritus.
La decisión, extendida en todo el sistema de salud pública nacional, tiene implicaciones éticas profundas y coloca a la ciencia en una posición de respeto hacia las demandas de la comunidad intersexual internacional, frente a las exigencias de la familia y la sociedad.
Se estima que unas 2.000 personas son operadas cada año en Estados Unidos antes de cumplir los 18 meses de vida. La «solución» suele ser muchas veces la menos complicada quirúrgicamente: se forman genitales femeninos, sin tener en cuenta si la persona es predominantemente femenina o masculina.
Fuentes de la Sociedad de Intersexuales de Norteamérica estiman que 90 por ciento de los bebés que nacen en ese país con genitales confusos son convertidos en niñas, en las primeras semanas de vida y por decisión médica, «porque es más fácil».
«Estamos hablando de un gran negocio. En muchos países estas operaciones se cobran a un precio elevadísimo. Es un proceso totalmente deshumanizado», afirmó Hernández durante una presentación en la Primera Jornada Cubana de Estudios de las Masculinidades, en junio pasado.
La especialista integra un equipo científico que da seguimiento a cinco casos reportados en su provincia y que fueron operados en una etapa muy temprana de la vida. Entonces, comentó, se asumió la llamada «conducta tradicional»; el abordaje ahora es «totalmente opuesto».
Aunque los casos en Cuba son «infrecuentes», según la especialista, se estima que se da en una persona cada mil nacidas vivas.
Conocido antiguamente como hermafroditismo, término desechado por la ciencia moderna; la intersexualidad define a cualquiera que nazca con genitales ambiguos, que no permitan la identificación sexual o que no se correspondan con sus formaciones anatómicas internas. Por ejemplo, puede tener cromosomas y ovarios de mujer, pero genitales externos con apariencia masculina.
También se dan casos en que la persona tiene los cromosomas de un hombre, pero los genitales externos no se han formado completamente, son ambiguos o claramente femeninos. Internamente, los testículos pueden ser normales, estar malformados o ausentes.
«Todos los seres humanos tenemos los dos sexos en las primeras etapas de la vida prenatal. Es a partir de la tercera semana que se empieza a producir la definición sexual y cualquier fallo en los mecanismos embrionarios puede producir la intersexualidad», explica Hernández.
Aunque la tendencia ahora sea respetar el llamado de la comunidad intersexual y que las personas tengan derecho a decidir qué hacer con sus vidas, la decisión no deja de ser complicada y de un alto contenido ético porque, desde el momento del nacimiento, la sociedad exige una definición sexual.
«Cuando nace un bebé, el padre está esperando afuera que le digan el sexo de su hijo. Lo más traumático para una madre es cambiar el pañal a ese niño sin saber cuál es su verdadero sexo. Estamos ante un problema que tiene una connotación humana, social y legal», comenta la doctora.
Llega el momento en que la familia se ve a obligada a socializar a esa persona como mujer o varón porque tiene que incorporarse a la escuela y a la sociedad. ¿Qué sucede entonces?
«¿Someteríamos a cirugía a estos casos en la era de la diversidad sexual o, más bien, tenderíamos a respetar su condición?», se preguntó Hernández. Para la especialista cubana esta claro: en la medida en que «nos respetemos todos, como personas diferentes, vamos a ser más felices y autónomos», dijo.
Recuadro
Síntomas
Los síntomas asociados con la intersexualidad dependerán de la causa subyacente, pero pueden abarcar:
Genitales ambiguos al nacer
Micropene
Clitoromegalia (agrandamiento de clítoris)
Fusión parcial de los labios
Testículos aparentemente no descendidos (que pueden resultar ser ovarios) en niños varones
Masas labiales o inguinales (ingle), que pueden resultar ser testículos, en las niñas
Hipospadias [la abertura del pene está en un lugar diferente a la punta; en las niñas, la uretra (canal urinario) se abre en la vagina
Genitales que, aparte de lo anterior, tienen apariencia inusual al momento del nacimiento
Anomalías electrolíticas
Ausencia o retraso de la pubertad
Cambios inesperados en la pubertad
(Tomado de la enciclopedia médica Medline Plus)
Julio de 2006