El proyecto de modificaciones para el Código de Familia en Cuba incluirá un articulado completo sobre identidad de género y derechos sexuales, dijo en La Habana Mariela Castro Espín, directora del estatal Centro Nacional de Educación Sexual (CENESEX). «Tenemos la responsabilidad de eliminar todas las formas de discriminación en nuestras leyes y hay voluntad política para hacerlo», aseguró la también Master en Sexología, durante una conferencia, en medio de los debates sobre diversidad cultural, del recién terminado Congreso Internacional de Cultura y Desarrollo.
Según la experta, entre los asuntos que se encuentran en estudio por parte de la Federación de Mujeres Cubanas y el CENESEX, de cara a la nueva legislación, se incluyen propuestas al código civil como la legalización de las uniones entre homosexuales y el derecho a la adopción de niños por estas parejas.
El proyecto también incorpora el reconocimiento jurídico de la identidad sexual de los transexuales, a partir del momento en que se diagnostiquen como tal.
«Estamos proyectando modificaciones que ayuden a democratizar las relaciones familiares», explicó Castro Espín y agregó que es en «la familia donde se inicia la formación del ser social y se aprenden los primeros valores».
El actual Código de la Familia cubano data de 1975 y se consideró revolucionario en su momento, pues estableció, entre otros aspectos, la responsabilidad y deber de ambos miembros de la pareja en el cuidado, protección y educación de los hijos.
Pero, según la directora del CENESEX, todavía lleva implícitos algunos elementos del modelo patriarcal de familia, herencia de nuestros ancestros españoles. «No podemos conformarnos con esos modelos heredados», argumentó.
La especialista explicó que las propuestas incluyen modificaciones a otros espacios de la ley, pero que a la estrategia debe asociarse un fuerte componente educativo, sobre todo desde los medios de comunicación.
«Las leyes, por sí solas, no son suficientes para lograr verdaderos cambios subjetivos, culturales y sociales que sustituyan prejuicios y actitudes discriminatorias, generalizadas en la población, en relación con todo lo que se identifica como diferente», apuntó.
Sobre la atención a los transexuales, Castro Espín explicó que se inició en la isla desde la década del setenta, cuando el actual CENESEX era un grupo multidisciplinario coordinado por la FMC.
«Muchos transexuales han estado recibiendo apoyo psicológico en la familia, los centros de trabajo y en la comunidad, pero aún no es suficiente», detalló.
La sexóloga indicó que, hasta ahora, por la vía del CENESEX se han diagnosticado 27 transexuales, pero hay más de 40 en estudio y unas cuantas operaciones en camino, bajo el amparo de una resolución del ministerio de Salud Pública. «Consideramos que son personas normales, con necesidades especiales por parte de la sociedad», señaló.
A la directora del CENESEX le parece muy bien que las modificaciones a la legislación comiencen por el Código de Familia, pues «los valores tienen que darle a la familia el referente y la seguridad de que es el espacio donde podemos convivir».
«La institución familiar tiene la responsabilidad de aceptar, respetar, cuidar, querer, apoyar a todos sus integrantes, independientemente del sexo, raza, género, orientación sexual, identidad de género, discapacidad, lo que sea», aseveró.
Junio de 2007