Palabras de cariño y compromiso selladas con un beso y el aplauso colectivo atestiguaron el afecto de más de 30 parejas del mismo sexo bendecidas por líderes protestantes de Cuba y Estados Unidos, durante un culto ecuménico realizado en el Pabellón Cuba, en La Habana, el 9 de mayo, como parte de la VIII Jornada Cubana contra la Homofobia y la Transfobia.
A Luis Enrique Mederos se le escuchó el temblor emocionado de la voz al declarar frente al pastor bautista Luis Carlos Marrero total fidelidad y entrega hacia su compañero por 14 años.
Sabe que no es una boda con legitimidad legal o eclesiástica, pero le vale como un acto simbólico que reivindica uniones fuertemente discriminadas por la sociedad y la religión y sin derechos para consagrarse legalmente en Cuba.
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«Llegar hasta aquí marca un paso de fortalecimiento en nuestra relación, como camino hacia el sueño de vernos un día unidos en un matrimonio, junto a nuestras familias», cuenta a SEMlac este diseñador, integrante del grupo Humanos por la diversidad, asociado al Centro Nacional de Educación Sexual (Cenesex), que organiza la Jornada y lidera el activismo de lesbianas, gays, bi, trans e intersexuales (LGBTI) en el país.
Para Javier Ávila, un contador de 21 años, participar del culto junto a su pareja lo pone más cerca de derechos hasta ahora solo concedidos a los heterosexuales.
«Antes de conocernos pasamos por muchas cosas malas, pero uno encuentra la fuerza para continuar y es importante saber que nuestro modo de ser comienza a ser aceptado», sostiene por su parte Elizabeth Carbonell, de 23 años, unida hace unos meses a la muchacha que le toma la mano mientras conversan con SEMlac.
Ninguna de ellas visita la iglesia por los prejuicios hacia las lesbianas, pero sintieron un gesto de apoyo espiritual en la celebración ecuménica de sus uniones.
Si bien la generalidad de las estructuras de poder de las iglesias cristianas tienden a rechazar comportamientos no heterosexuales, integrantes de la comunidad protestante cubana y algunos de sus líderes han participado sistemáticamente en la campaña del Cenesex para sensibilizar en torno a la libre orientación sexual e identidad de género.
En esta ocasión, nueve pastores y pastoras de Cuba y siete estadounidenses decidieron dedicar el espacio ecuménico que anualmente realizan durante la Jornada contra la Homofobia para celebrar el amor de todo tipo.
Tres modelos de pareja: gay, lesbiana y heterosexual fueron bendecidos de manera especial por Raquel Suárez, Santiago Delgado, Raúl Suárez, Luis Carlos Marrero, Daylín Rufí e ldael Montero, de la Federación de Iglesias Bautistas de Cuba, la pastora presbiteriana Itzé Samá y la cuáquera Kirenia Criado Pérez.
«El amor es la fuerza de relación por la que estamos aquí, y ese amor nos lleva a un compromiso con la justicia y la vida plena, con la realización y felicidad de cada ser humano», declaró Raquel Suárez, activa defensora de los derechos de gays y lesbianas dentro de la iglesia.
En el culto oficiaron integrantes de la organización estadounidense Pastores por la Paz y obispos de la Iglesia Comunidad Metropolitana cuyo fundador,Troy Perry, estuvo entre los invitados especiales de la Jornada, en reconocimiento a su participación en la lucha por los derechos sexuales en Estados Unidos, en la década del setenta del siglo pasado.
La reverenda Cari Jackson, de Nueva York, defendió que Dios se presenta en dos mujeres y dos hombres unidos y en las personas cuyo género es diferente a la norma.
Estuvieron también representantes de la Fundación Arcoiris y la Conferencia Cristiana por la Paz de Estados Unidos, y de Cuba se integraron el Centro Memorial Martin Luther King Jr., la Casa del Cariño, el Grupo de Reflexión y Solidaridad Oscar Arnulfo Romero y el proyecto ecuménico «Abriendo brechas de colores», que trabaja por la inclusión de todas las orientaciones sexuales en la iglesia.
El reverendo mexicano Héctor Gutiérrez aseguró a SEMlac estar gratamente sorprendido por la libertad con que se está luchando por los derechos LGBTI en sectores de la iglesia protestante cubana.
«Tienen líderes y pastores muy abiertos para tocar estos temas y esperamos que eso sirva para crear conciencia en la comunidad», afirmó el obispo para Latinoamérica de la Iglesia Comunidad Metropolitana.
A su juicio, celebraciones de ese tipo le dicen a la sociedad que es necesario reconocer los mismos derechos para todas las personas, que solo buscan sentirse respetados en dignidad, independientemente de la raza, orientación sexual y creencias.
Entre las principales reivindicaciones del colectivo LGBTI cubano se encuentran la reproducción asistida para las mujeres lesbianas, la posibilidad de que personas trans tengan acceso al empleo sin discriminaciones y, en general, las legalizaciones de uniones entre personas del mismo sexo y la adopción para estas parejas.
Varios de estos derechos están refrendados por el anteproyecto de modificación del Código de Familia, que hace más de una década aguarda en las gavetas de la Asamblea Nacional del Poder Popular (parlamento unicameral), sin señal de ser discutido y aprobado.
La norma actual data de 1975 y no reconoce los derechos y obligaciones de familias formadas por personas del mismo sexo.
Algunos líderes religiosos diputados al parlamento pudieran frenar o ayudar el logro de estas reivindicaciones para la comunidad LGBTI, por lo que urge sumarlos a la causa, reconoció a SEMlac el jurista Manuel Vázquez Seijido durante la III Jornada Socio-teológica «Géneros y Sexualidades no Heteronormativas», celebrada el 29 y 30 de abril en el Seminario Evangélico de Teología de Matanzas.
«Formamos parte de un movimiento en el que también necesitamos reivindicar la voz religiosa, que influye sobre mucha gente. Lo más importante no es que las personas LGBTI practiquen una fe, sino lograr la igualdad de todos y todas sin que seamos discriminados», reconoció el representante del departamento jurídico del Cenesex.