Una carta destinada a la dirección de la Federación Estudiantil Universitaria (FEU) y a la comunidad universitaria aboga por la plena inclusión de personas homosexuales y transgénero en los centros universitarios cubanos.
«Considero que la FEU tiene la obligación de eliminar cualquier brecha de inequidad y exclusión por motivos de género en sus filas. Tiene la responsabilidad de exigir al Estado que adopte las medidas necesarias para que las universidades sean espacios seguros, libres de bullying, estigma y discriminación», declara Yadiel Cepero Madruga en su misiva.
El joven activista a favor de los derechos de la población LGBTIQ (lesbianas, gays, bisexuales, transgénero, intersexual y queers) dio a conocer la carta en Facebook, a partir de la convocatoria al noveno congreso de la FEU, fijado para diciembre de 2018.
Entre las propuestas aparecen temas y problemáticas a tener en cuenta en el funcionamiento de la organización estudiantil y del Ministerio de Educación Superior (MES).
La primera de las demandas es «reconocer como un principio de la FEU la no discriminación por orientación sexual e identidad de género, reflejándolo en el ABC y ratificándolo en las Disposiciones generales de los Estatutos».
También plantea debatir sobre «las disposiciones que regulan la estética ‘apropiada´ para ingresar a las instituciones educativas» y «no limitar, restringir, o excluir el transformismo de las galas y espectáculos culturales que tienen lugar en las universidades».
Preocupado por la escasa presencia de personas trans en los centros de altos estudios del país, Cepero dedica varios planteamientos a la reinserción de quienes «abandonaron los estudios a consecuencia del bullying, el estigma y la discriminación».
Propone al MES que a partir de un estudio sobre las causas por las que las personas con sexualidades y géneros no heteronormativos abandonan los estudios en edades tempranas diseñe una estrategia efectiva para su vuelta al sistema educativo nacional.
En Cuba varios han sido los esfuerzos por la plena inclusión, reconocimiento y protección de los derechos de personas homosexuales y transgénero. El ámbito familiar y el ámbito escolar, más recientemente, fueron temas de la Jornada Cubana contra la Homofobia y Transfobia que organiza cada año el Centro Nacional de Educación Sexual (Cenesex) junto a varias instituciones y organizaciones del país.
Dentro de las acciones que el MES puede realizar a partir del Programa Nacional de Salud y Educación Sexual (Proness) que lidera el Cenesex, el activista demanda que en «los listados de asistencia de los centros educativos se reconozca a las personas por su nombre social».
Aboga además por la derogación de cualquier normativa ministerial que entre en contradicción con el Programa Nacional de Educación y Salud Sexual (Proness) y sugiere el desarrollo de acciones formativas para el personal docente y de apoyo que laboran en todas las áreas universitarias.
En su tránsito por la educación superior, Cepero pudo constatar la presencia de gays y lesbianas en las aulas y en puestos clave de la universidad, así como la ausencia de personas transgénero y travestis.
«Durante largas conversaciones con amigxs y dirigentes de la FEU, noté que apenas percibían esta realidad. Que sus prejuicios y la falta de información, unido a los procesos y dinámicas de la organización les impedían comprender que el acceso y tránsito satisfactorio de las personas con sexualidades y géneros no heteronormativos por el sistema educativo, depende, entre otros factores, de que se respeten sus derechos sexuales y humanos, para lo cual es indispensable modificar las normas vigentes», reflexiona el joven en el documento.
Activistas y grupos a favor de la inclusión de la población LGBTIQ han apoyado y comentado los contenidos de la misiva, que puede consultarse en el perfil de Facebook del Grupo Construyendo una agenda de la diversidad sexual en Cuba. Aún las autoridades estudiantiles y del MES no han hecho comentarios al respecto.