Integrantes de diversas comunidades religiosas cubanas debatieron sobre la presencia del homoerotismo en La Biblia. Una lectura crítica de algunos textos de las sagradas escrituras revela ambigüedades, dificultades en la traducción y preconcepciones patriarcales arraigadas.
«Más allá de estar a favor o en contra, creo que es importante hacernos conscientes de lo que colorea nuestro entendimiento. Porque no se aborda la realidad desde cero. Los actantes de la escritura tenían una preconcepción sobre el tema y la preconcepción manipula y recicla, adquiere vida en sí misma», opina teólogo e investigador Aquiles Ernesto Martínez.
Martínez intervino en el taller Homoerotismo en La Biblia, organizado por el Centro Oscar Arnulfo Romero (CEOAR), el pasado 7 de marzo, y presentó los resultados de una investigación que lleva el mismo nombre y que fue publicada este año en Estados Unidos.
El profesor universitario de origen venezolano radica, desde hace tres décadas, en la ciudad estadounidense de Atlanta y se especializa en análisis lingüísticos y exégesis de La Biblia.
A partir de una lectura deconstructiva de 10 textos utilizados para condenar la homosexualidad, el investigador dialoga con las ambigüedades, ambivalencias y tensiones que revelan las narraciones bíblicas.
«Yo los defino como una red de tweets. Los textos explorados son demasiado breves, proveen poca información, que es imprecisa además y se presta para múltiples lecturas.», dijo Martínez durante el taller.
Entre las constantes que revela el estudio está «el juicio de valor y la pena» contra las relaciones sexuales y afectivas entre personas del mismo sexo. A pesar de que se distinguen «referencias vagas» en palabras y frases.
Según el experto, el principal argumento que se esgrime para la condena es lo «antinatural» de las relaciones homoeróticas, calificándolas de abominación y perversión moral.
El encuentro fue una invitación a poner en contexto, investigar y estudiar en profundidad el conjunto de libros que componen La Biblia.
Para creyentes participantes en el encuentro es un reto el análisis de estos temas en las congregaciones cubanas, pues las escrituras suelen asumirse de manera literal como la infalible «palabra de Dios», sin tener en cuenta la mediatización de la cultura patriarcal, el lenguaje y los supuestos de los distintos autores.
«La Biblia es uno de los pocos libros de los cuales, sin haberlo leído, tenemos preconcepciones. Pero lo importante es reconocer la existencia de la preconcepción y cómo podemos manejarla con integridad y de forma responsable. Lo que yo trato de hacer es colocar sobre la mesa la presuposición para tratar de activar la agenda escondida», reflexiona el teólogo.
En el volumen Homoerotismo en La Biblia, que Martínez también presentó durante el taller, la teóloga y profesora cubana Daylins Rufín Pardo destaca el cambio de enfoque del investigador frente a los análisis literales y aprioristas anteriores.
Para Rufín Martínez, la investigación invita a otra mirada sobre los textos sagrados, «aquella donde el texto recibe a quien lee en actitud de diálogo profundo, exploración y escucha, sabiéndose espacio y tierra de promesa para la ´vida y vida en abundancia´».
