Aplazado reconocimiento legal de diversidad sexual y uniones del mismo sexo

Las preocupaciones de activistas y defensores de la diversidad sexual en Cuba se confirmaron la pasada semana con la noticia de que el Parlamento cubano no discutirá el anteproyecto del Código de Familia, norma que incluye, entre otros aportes significativos, el reconocimiento legal de las parejas del mismo sexo.

El periodista Francisco Rodríguez Cruz, activista por los derechos de la diversidad sexual, dio la «alarma digital» el miércoles 5 de diciembre cuando advirtió sobre la ausencia en la agenda parlamentaria del anteproyecto de ley.

En su blog Paquito el de Cuba Rodríguez Cruz afirmó: «… No puedo dejar de lamentar en el orden personal este incumplimiento del programa legislativo que, según la Ministra de Justicia, comprendía la discusión del nuevo Código de Familia hasta el 2013».

El segundo y último período de sesiones de la actual legislatura, fijado del 10 al 13 de diciembre, se centrará en la discusión del Plan de la economía, la ley del Presupuesto del Estado y la implementación de los Lineamientos aprobados en el VI Congreso del Partido. La discusión del Anteproyecto de Código de Familia deberá esperar a las próximas elecciones generales y a la constitución de un nuevo órgano legislativo en febrero de 2013. «Tenemos que lograr que la Asamblea Nacional del Poder Popular y el Gobierno sientan presión por parte de la población cubana, como lo sintió para dar paso a la reforma migratoria y a la liberación de la compra-venta de casas y autos. Por supuesto, es muy difícil poner al centro del debate un asunto social cuando la situación económica urge de nuevas medidas, pero al menos hay que intentarlo», dijo a SEMlac la feminista Yasmín Silvia.

Además del reconocimiento legal de las parejas del mismo sexo, el nuevo Código de Familia protege a las personas homosexuales y transgénero de la discriminación familiar y social. La ley refiere la responsabilidad de la familia en garantizar el apoyo y protección a sus miembros, independientemente de su orientación sexual e identidad de género.

Uno de los grupos que más sufre las consecuencias de la discriminación familiar es el de las personas transgénero. Olivia, transexual de 45 años, opina que «estos no son momentos para discriminar» y que «las personas se miden por sus valores y sus cualidades como buenos hijos e hijas, madres, padres, amigos. La familia no sabe el daño que causa con la discriminación y el maltrato».

Sin embargo, la poca información sobre los beneficios que propone la nueva legislación ha dificultado su aceptación social. Silvia cree fundamental superar los criterios que reducen la ley a la reivindicación de los derechos de la diversidad sexual.

«Ese es el recurso de la homofobia. Por eso hay que imponer nuevas reglas de juego, sacar el asunto a la calle y mostrar que el nuevo Código de Familia beneficia a toda la sociedad. Veremos entonces cómo van a negar su pertinencia», comenta.

Los esfuerzos y las llamadas de atención de activistas sobre la dilación del proceso de discusión en el parlamento cubano no fueron suficientes. En septiembre de 2011, el grupo Hombres por la diversidad (HxD) publicó un comunicado en el cual solicitaba agilizar la presentación y difusión del proyecto de ley «con suficiente antelación a su examen por los diputados, de una forma objetiva y sobre bases científicas, a través de todas las vías de comunicación social con que cuenta el país, de manera que pueda ser asimilada y comprendida por nuestro pueblo».

Sin embargo, el trayecto jurídico del nuevo Código transcurrió en un profundo silencio mediático. Fue en el blog Paquito el de Cuba donde aparecieron el 23 de diciembre de 2011 informaciones brindadas por la propia ministra de Justicia: «lo que me dijo esta vez fue: el dictamen de los especialistas del Ministerio de Justicia sobre la propuesta, con las respectivas recomendaciones formales en materia jurídica, ya está listo. Ahora solo resta evaluar esas sugerencias con la Federación de Mujeres Cubanas (FMC), organización que posee la iniciativa legislativa y que deberá presentar el anteproyecto al Consejo de Ministros, para este enviarlo luego al Parlamento».

Por el momento, ninguna de las instituciones que han participado en la redacción y presentación de la nueva ley -FMC, Centro Nacional de Educación Sexual (Cenesex), Ministerio de Justicia, Asociación Nacional de Juristas, entre otras- ha emitido comunicado alguno sobre las razones que llevaron a posponer el debate sobre el nuevo Código de Familia y cuáles serán las estrategias a seguir.

Ante los criterios que justifican la no preparación del pueblo de Cuba a aceptar el reconocimiento legal de la diversidad sexual, Silvia se pregunta: «¿Estaba lista Cuba para la abolición de la esclavitud, el sufragio universal, el divorcio o la nacionalización de las empresas? No. Está claro que todo un país nunca está listo para saltar hacia delante. Pero, «¿qué argumento es ese para negar el amparo legal a un sector de la sociedad?»

Entre las posibles acciones que pueden generar los distintos grupos, la activista resalta la importancia de la difusión mediática, el cabildeo político y el diálogo social y comunitario. Tampoco descarta la posibilidad de apelar al recurso de la Iniciativa Legislativa Popular (10.000 firmas notariadas), en caso de que la nueva Asamblea Legislativa no discuta el anteproyecto de Código de Familia el próximo año y así garantizar su inclusión en el cronograma de 2014.

Con mayor optimismo ve el futuro la directora del Cenesex, institución que lidera la lucha por los derechos de la diversidad sexual en el país. Mariela Castro dijo a Rodríguez Cruz que «mediante el diálogo, el pueblo representado en sus legisladores va a apoyar esta iniciativa de ley que presentan la Federación de Mujeres Cubanas y la Unión Nacional de Juristas de Cuba, y que el Cenesex ha promovido a lo largo de estos años con múltiples acciones educativas».

El Código de Familia vigente data de 1975. En su momento, esa ley fue considerada una de las más adelantadas del continente. Sin embargo, ha quedado retrasada respecto a varios países que en la región han dado pasos adelantados en el respeto de los derechos de personas homosexuales y transgénero.

Por otra parte, varias investigaciones y datos estadísticos anuncian la importancia del anteproyecto de Código para dar respuesta a varias problemáticas de la sociedad cubana actual.

Según informaciones brindadas por el Cenesex, los aspectos que atañen a la diversidad sexual solo representan un tercio de los cambios y beneficios de la nueva ley. Entre otros aportes, el anteproyecto incluye las exigencias de la Convención de los Derechos del Niño; amplía el contenido de la patria potestad; elimina la preferencia por la madre para otorgar la guarda y cuidado en los casos de divorcio.

También, establece derechos de comunicación familiar de abuelos, abuelas y otros parientes e introduce nuevos títulos, como la asistencia a madres o padres en circunstancias especiales, la asistencia a personas adultas mayores y discapacitadas.

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