Especialistas y activistas reconocen que el primer paso para dar solución a las violencias machistas es reconocerlas, denunciarlas y visibilizarlas para promover respuestas integrales y ganar en conciencia social.
La periodista y feminista Mariana Camejo opina que en Cuba “internet es un eje importante para comprender cómo se está comportando la violencia de género y cómo se ha hecho parte de la agenda pública”.
Sin embargo, las redes sociales son, a la vez, aliadas y escenario para la revictimización. No son escasos los mensajes que reproducen mitos sobre la violencia de género, exponen a las víctimas, cuestionan sus testimonios y, en ocasiones, las responsabilizan por el maltrato.
Si bien la respuesta no puede ser el silencio, hacerlo bien necesita de sensibilización y conocimiento. Estas son apuestas necesarias para Camejo, una de las coordinadoras de la publicación Con/texto Magazine.
¿Cómo el espacio virtual y las redes sociales han contribuido a denunciar y visibilizar las violencias machistas y el femicidio en Cuba?
El espacio virtual ha sido prácticamente imprescindible, sobre todo en los últimos tiempos, con el acceso a internet, la disponibilidad de datos móviles y particularmente este año por la pandemia de la covid-19 y el aumento de la violencia de género a nivel mundial.
Las redes sociales en Cuba han ayudado mucho a visibilizar las violencias machistas y la incidencia de los feminicidios en Cuba, desde múltiples plataformas, como Yo sí te creo en Cuba, la agencia IPS, SEMlac Cuba y medios independientes que han estado tratando la visibilización de los feminicidios. Es válido decir que desde los medios estatales se ha empezado a ver una mayor voluntad de tratar la violencia de género y, por tanto,esto ha tenido repercusión en las redes sociales.
Sin embargo, las redes también son un espacio de revictimización. ¿Cuáles crees son algunas de sus manifestaciones?
Las redes, efectivamente, son un espacio de revictimización. Yo diría que la principal manera de revictimizar es cuando se replican, comparten y publican las imágenes de mujeres victimizadas. Existe una equivocación cuando las personas justifican esas acciones por la necesidad de visibilizar estos problemas. Yo pienso que hace falta visibilizar,pero también hay que tener una ética para hacerlo y una ética que comprenda la dignidad de la personas.
Las personas lo merecen y cuando se socava su dignidad como sujetos de derecho, como sucede con un feminicidio o con las violencias machistas en general, es muy importante que la manera en que se aborde el tema sea dirigida a la restitución de sus derechos.
Por eso creo que la principal manifestación es esa;cuando se construyen mensajes donde comunicativamente hay una revictimización y cuando se comparten fotos, por ejemplo, de mujeres asesinadas. Esta es una de las manifestaciones más fuertes, claras, evidentes y preocupantes.
¿Qué recomiendas para evitar la revictimización en las redes sociales?
Lo primero que diría es que todo el mundo tiene que comprender que las fotos de mujeres víctimas de violencia de género no hay que compartirlas. Y creo que sería fundamental tener una campaña de comunicación dirigida a eso, que eduque en cuanto a cómo abordar los temas.
También creo que periodistas y todas las personas que se dedican a trabajar de alguna manera dentro del campo de la comunicación necesitan más preparación sobre esto, me refiero también a quienes ilustran, diseñan, editan, las personas decisoras en los medios,entre otras.
En todas las personas que tienen que ver con el campo de la comunicación es necesario que exista mayor concientización del problema, más herramientas para tratarlo; y eso implica preparación, más que en comunicación de género, en comunicación feminista y con ideas muy claras de cómo no revictimizar.
¿Cómo conectar, desde la lucha contras las violencias machistas, el espacio online y offline?
Lo primero sería conectar las campañas de comunicación con los espacios no virtuales, que exista un reflejo o impacto de lo que sucede en el mundo virtual en una acción. Es necesario incidir en la educación y el sistema de educación cubano,para que estos asuntos empiecen a tratarse en las escuelasy puedan llegar mucho más al nivel local.
No es suficiente con que haya una campaña a nivel nacional, que existan medios que aborden el problema; necesitamos llevarlo a la localidad, a las organizaciones sociales,a los modos de organización social más básicos que existen en nuestra sociedad. Tenemos que educar incluso a los niños y a las niñas y eso no se resuelve solamente con campañas en el espacio virtual. Definitivamente, hay que ir mucho más allá y pensarlo dentro de otras formas de organización de nuestra sociedad que no sea solamente la comunicación.