Género y feminismo en la web 2.0

 

Pese a limitaciones y dificultades en la conectividad a Internet en Cuba, aparecen voces que, desde el feminismo o la perspectiva de género, proponen otras miradas a la realidad y polemizan en el espacio virtual.
En ese universo, la blogosfera «es pujante y tiene como temas más recurrentes, además de los políticos, los de género y defensa de la diversidad sexual», aseguró la periodista e investigadora Milena Recio en un encuentro sobre estos temas, el 12 de abril, en la Unión de Escritores y Artistas de Cuba
Junto a las blogueras cubanas Sandra Álvarez y Yasmín Portales Machado, Recio intervino en «Mirar desde la sospecha», espacio del Programa de Género y Cultura del Grupo de Reflexión y Solidaridad Oscar Arnulfo Romero, con apoyo de la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo, la Consejería Cultural de la Embajada de España y la Agencia Suiza para el Desarrollo y la Cooperación.

La cifra de penetración a Internet en Cuba es de apenas 14 por ciento, indican informes de la Internet World Stats (IWS) citados por Recio, y una buena parte de las y los internautas se conectan a una Intranet con accesos limitados, baja velocidad y desde equipos instalados en centros de estudio o trabajo.
«No obstante, es imposible estar absolutamente desconectados; lo estamos físicamente, pero no culturalmente. Cuba vive una contemporaneidad cultural, de muy diversas maneras, que tiene que ver con estar conectados de forma virtual y por correo electrónico», puntualizó la profesora del Instituto Internacional de Periodismo «José Martí».
Blogs, intercambios por correo electrónico, redes sociales y otros espacios en Internet son canales de comunicación desde donde se habla de equidad entre mujeres y hombres, sexualidad, diversidad sexual, masculinidades, racialidad y discriminaciones, entre otros asuntos.
Unas veces asociados al activismo personal o de grupos, otras al periodismo o intereses particulares, esos ámbitos aluden a temas generalmente poco tratados o ausentes en la mayoría de los medios de comunicación dentro de la isla.
Su irrupción en la web cubana se enfoca, sobre todo, más allá de los sitios institucionales, en la iniciativas personales y de la web 2.0, donde las personas pueden editar, publicar contenidos y además comunicarse entre sí, para dar paso a la posibilidad del diálogo, agregó la investigadora.

«Mi bloga viene a ser una manera de decir lo que quiero y siento fuera de la academia, que por momentos me restringe y asfixia, para lo cual hago uso de las categorías, herramientas y conocimientos que el feminismo negro y el ciberfeminismo me brindan». Con esas palabras, que suscribe hoy plenamente, Sandra Álvarez abrió en junio de 2006 su bitácora Negra cubana tenía que ser.

Para ella, que lleva a la red sus vivencias como mujer afrocubana, «el ciberfeminismo implica mucho más que tener una bitácora» y «difundir las luchas feministas»; supone «develar los presupuestos machistas, misóginos y patriarcales que hay detrás de los ordenadores y de la red», además de hacer visible el empoderameinto de las mujeres.
En ese camino considera vital la apropiación y preparación tecnológica para eliminar la brecha que emana del uso de Internet por hombres y mujeres, de modo que sea un espacio más amigable y útil para ellas.
Por su parte, Yasmín Portales Machado empezó por replicar y compartir en su blog temas, noticias y escritos que le interesaban. Creadora de la bitácora En 2310 y 8225, actualmente mantiene un espacio muy personal, creativo y prolífico de contenidos que presenta bajo la siguiente premisa: «Soy cubana. Mi vida es un fino equilibrio entre el ejercicio de la maternidad, el feminismo y el marxismo crítico».
Portales Machado parte del «ejercicio feminista de valoración de la vida cotidiana» y el empleo de las nuevas tecnologías «como espacio para el ejercicio del activismo político», para ella dos elementos fundamentales del ciberfeminismo.
Se vale, además, del uso creativo de las cadenas de correo electrónico para difundir sus ideas y opiniones personales. «Para muchos es un herramienta anticuada, pero para la comunidad digital en Cuba es una vía básica de comunicación», comentó.
Convencida de que la blogosfera y el intercambio de ideas por medios digitales aportan mucho a la cultura de la civilidad, cree que esa práctica supone también «un entrenamiento sucesivo para aprender a respetar lo que piensan otras personas».
En opinión de Recio, las bitácoras de estas dos feministas y otros blogs dedicados a la defensa de los derechos sexuales en la isla están rompiendo de algún modo con un modelo de comunicación no solo por sus contenidos, sino también porque hablan en primera persona, una carencia que la estudiosa ha notado y señalado en la bosgosfera cubana.
Sin embargo, ello se contradice con una dinámica social donde «las personas hablan con cualquiera todo el tiempo de lo que les pasa, en todas partes, incluso de sus problemas personales», sostuvo Yohanka León, del Grupo América Latina, Filosofía Social y Axiología (Galfisa), del Instituto de Filosofía.
«El nudo del asunto pudiera estar en que estamos muy habituados a la oralidad, pero otro asunto es dejar registro, como ocurre en los blogs, que además son espacios excrutables, abiertos a la opinión de otras personas», comentó Recio.
Más allá de la falta de conectividad, herramientas y entrenamiento, «¿qué hacer para fortalecer el ciberfeminismo en Cuba y el debate de los temas de género en el espacio virtual?», preguntó la periodista Lirians Gordillo, quien coordinó la mesa de «Mirar desde la sospecha», espacio cuyo blog en Internet (Género y cultura) ha empezado a generar algunos debates sobre el tema.
«Tendremos que superar las limitaciones tecnológicas desde las herramientas con que contamos e ir consolidando la autenticidad que se va construyendo en estos espacios con una mirada muy especial hacia lo colectivo y lo social», reflexionó. Habría también que «educar, capacitar, integrar y acercar criterios», agregó a SEMlac la periodista Dixie Edith.
«Cuando se trata en particular de asuntos como la sexualidad y el género, en los que el uso común y hegemónico ha puesto recato e intriga, estas nuevas voces ofrecen naturalidad, desenfado y se hacen por eso mismo subversivas»; reiteró Recio, citando su artículo «Género y diversidad en primera persona».
Las experiencias más concretas vistas por la investigadora son las de mujeres feministas o identificadas con los temas de género y la de autores hombres que abordan las homosexualidades, fundamentalmente masculinas.
«No se puede meter en el mismo saco el tema del activismo a favor de la diversidad sexual y el del feminismo y las teorías de género en la web», comentó Edith a SEMlac.
Tampoco funcionan igual las redes de periodistas respecto a las iniciativas periodísticas o agencias de información con enfoque de género, o que parten de una afiliación al feminismo. «Unas son redes de intercambio; las otras, proyectos de comunicación, y no se pueden asumir desde el mismo punto de partida», comentó.
Partiendo del ejemplo de SEMlac, agencia informativa latinoamericana que aborda diferentes temas desde una perspectiva de género, promueve la investigación periodística y el acceso de las mujeres a los medios de comunicación, Edith aclaró que «eso no es, necesariamente, activismo», aunque periodistas de SEMlac pueden ser y son activistas en redes y sitios diversos, y lo hacen muchas veces desde su compromiso en ese espacio de comunicación.
Autora del blog Cubaprofunda, directora de la revista Muchacha y colaboradora de SEMlac, Edith reconoce que «el activismo se hace a menudo desde el compromiso personal».
Pero «para hablar de feminismo y de género, sobre todo en un país como Cuba, donde ha habido tabúes reconocidos a la hora de identificarse con el feminismo, el compromiso no basta. Es imprescindible leer, estudiar, capacitarse», aseguró.

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