Especialistas abogan por un periodismo con visión de género

Los medios de comunicación en Cuba siguen sin incorporar de manera coherente un enfoque de equidad entre hombres y mujeres, pese al aumento de capacitaciones en temas de género dirigidas a profesionales de la comunicación.

«Últimamente se tratan más estos asuntos, pero casi siempre depende de la sensibilidad de las y los periodistas y no de la política directiva del medio», afirmó la comunicadora Tamara Roselló durante un debate sobre género, comunicación y literatura en el espacio de reflexión y diálogo Letra con Vida, del Centro Cultural Dulce María Loynaz, en la capital cubana.

La coordinadora del Programa de Educación Popular del Centro Memorial Dr. Martin Luther King (CMLK) reconoció el interés por incorporar temas de género y comunicación al programa curricular de las carreras de periodismo y comunicación.

Consideró fundamental el trabajo de la profesora Isabel Moya Richard, presidenta de la Cátedra «Mirta Aguirre», del Instituto Internacional de Periodismo José Martí, que ha impulsado cursos de postgrado destinados a sensibilizar a periodistas de todo el país y un Diplomado Internacional de Género y Comunicación.

Desde la Editorial de la Mujer, también dirigida por Moya, se promueven debates, capacitaciones y se han publicado textos de referencia para la aplicación de una mirada equitativa entre mujeres y hombres en la comunicación pública.

Roselló ilustró la diferencia de este tipo de periodismo al acercarse a problemas de actualidad como el cambio climático, donde pocas veces se pregunta a las mujeres sobre su percepción del tema y se obvia la contribución femenina en la búsqueda de estrategias para la adaptación.

Tampoco se entrevista a directivas que hoy protagonizan cambios en el espacio rural y, cuando se hace, por lo general se alude al cumplimiento de roles tradicionales en el espacio doméstico y familiar, reflexionó.

Para la periodista, es necesario superar un periodismo que habla de género en fechas significativas como el 25 de noviembre, Día Internacional de la Lucha contra la Violencia hacia las mujeres, o el 8 de marzo, Día Internacional de la Mujer.

«Debe ser un tema que incorporemos de manera natural y que atraviese todas las miradas a la sociedad», comentó.

El CMLK incluye en sus procesos de formación de educadores populares módulos de género y comunicación, a partir de los cuales han podido notar la relevancia de este tipo de saberes para la vida cotidiana de las personas.

Desmontar relaciones de poder es uno de los objetivos de esas capacitaciones, lo que ha favorecido audiencias críticas para los mensajes sexistas.

Según Roselló, la gente debe aprender a tocar con sus manos temas complejos como la discriminación de género, y la comunicación apoya ese cambio colectivo.

«Lo que bien se aprende hay que desaprenderlo cuando no expresa los valores que necesitamos, porque los seres humanos tenemos la capacidad de evolucionar», sentenció la periodista en referencia a la posibilidad de cambiar comportamientos discriminatorios asimilados como naturales.

Otro asunto en polémica es la utilización de un lenguaje inclusivo en los medios, sobre lo que la filóloga Zaida Capote Cruz exhortó a dejar visibles a las mujeres sin traicionar la esencia del idioma español.

La investigadora observó que la lengua es un espacio ideológico históricamente sexista, pero a su juicio en ocasiones se circunscribe la discusión a este asunto, sin tener en cuenta el origen concreto de la discriminación.

«Hay problemas urgentes que necesitamos discutir sobre la situación de las mujeres en Cuba», aseguró Capote, entre ellos el abordaje en los medios de temas como el envejecimiento poblacional y la baja fecundidad, en los cuales se termina responsabilizando a las mujeres.

Trabajar con palabras lleva a forzar el lenguaje, advirtió Capote, pero en el español existen múltiples formas de ser inclusivos sin necesidad de reiteraciones o préstamos lingüísticos.

También señaló la negativa influencia de retóricas impuestas por organismos internacionales en el buen uso de la lengua y la comunicación eficaz sobre estos temas.

Por ejemplo, el empleo de «No violencia» en vez de «contra la violencia», resulta desacertado porque no sigue las normas gramaticales y carece de significación en español. Lo mismo cuando aparece tercera edad en sustitución de ancianidad o longevidad, términos con una tradición histórica en este idioma.

Ambas panelistas coincidieron en la importancia de los medios de comunicación para transformar las mentalidades machistas e impulsar el debate social sobre problemas cruciales para hombres y mujeres en Cuba.

El espacio Letra con Vida funciona los primeros miércoles de cada mes con debates sobre cultura de la salud que abordan temas de impacto para la sociedad cubana actual.

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