La necesidad y pertinencia de que los medios de comunicación asuman cada vez más una visión de género, que no discrimine ni desvalorice a la población femenina, fue expresada por los participantes –mayoría mujeres— en el cuarto Diplomado Internacional Género y Comunicación, celebrado en febrero la capital cubana.
Convocado anualmente por la Cátedra de Género y Comunicación «Mirta Aguirre» del Instituto Internacional de Periodismo «José Martí» y la Unión de Periodistas de Cuba, la cita reunió a 25 profesionales de la comunicación y el periodismo de Ecuador, México, Venezuela, Noruega y Cuba.
Pese al fomento de los estudios académicos y el surgimiento de espacios alternativos que intentan ser más equitativos e incluyentes, en los grandes medios de comunicación sigue primando una mirada estereotipada a hombres y mujeres, reconocieron los participantes.
Las vivencias de los alumnos indican que “se sigue recurriendo mucho a la imagen de la mujer que reafirma viejos conceptos y se aborda ampliamente el tema de la violencia, pero su tratamiento queda en el ámbito de lo espectacular, del ‘show mediático’ que no profundiza en las causas de ese fenómeno, cuyas mayores víctimas son las mujeres, ni en las formas de prevenirlo”, comentó a SEMlac Isabel Moya, presidenta de la cátedra y organizadora del curso.
Luego de diez días de intercambios y reflexiones, el alumnado –en su mayoría de medios alternativos– abogó por una comunicación diferente, más incluyente y alejada de los viejos arquetipos, que apueste por la diversidad.
“Lo más valioso es provocar la inquietud y la inconformidad con el trabajo que hacemos, para poder promover un cambio. Nos interesa, además, que cada una de las personas que participan en este curso se conviertan en multiplicadoras de estas ideas y conocimientos en sus países, medios de comunicación, círculos de amistades y universidades”, comentó Moya al cierre del curso.
Entre otros temas, el diplomado abordó asuntos relativos a la construcción social y actualidad del concepto de género, historia y tendencias del feminismo, género y poder, los estudios de masculinidad, el desarrollo y evolución de la prensa femenina en todas sus variantes y las nuevas tecnologías de la información y las comunicaciones.
El diplomado profundizó también en el empleo del enfoque de género como herramienta para elaborar productos comunicativos no sexistas y potenciar la equidad. Al final, los participantes elaboraron tres productos comunicativos bajo estos principios, uno para radio, otro en formato de video y un comentario para prensa escrita.
En esencia, la diferencia entre el sexo y el género radica en que el primero hace referencia a los componentes biológicos que diferencian a mujeres y hombres, en tanto el segundo incluye los elementos sociales, simbólicos y culturales que intervienen en la construcción histórica y social de cómo ser hombre o mujer.
Entendida como el significado que las sociedades dan al hombre y a la mujer en el contexto de la cultura, los credos, la diversidad sexual, la raza, la época y hasta las discapacidades, la perspectiva de género permite hacer un análisis integral, más abarcador de la sociedad, en toda su diversidad.
Este enfoque posibilita profundizar particularmente en los orígenes del injusto papel social asignado a las mujeres durante años de herencia patriarcal, tan naturalizada que a veces resulta poco reconocible, incluso, entre los propios actores sociales que intervienen en ese proceso.
Para Moya, la introducción del concepto y enfoque de género en la actuación cotidiana de los medios de comunicación puede ser una herramienta imprescindible para modificar valores y desterrar patrones en el terreno de las relaciones sociales.