Aplicar el enfoque de género a la comunicación social requiere profesionales capaces de subvertir el sexismo mediático al uso. Con recursos prácticos y claridad teórica, la estudiosa cubana Isabel Moya Richard ofrece guías para esa transformación en su libro Reinventar el periodismo. Hacia una contracultura feminista en los medios de comunicación.
La obra bilingüe (español y euskera) fue presentada el pasado 18 de febrero durante la 23 Feria Internacional del Libro Cuba 2014. El libro contiene tres ensayos que aportan a la capacitación de comunicadores y comunicadoras, uniendo la metodología feminista y la teoría de la comunicación.
Su diseño favorece la intención didáctica, al incluir recuadros con citas ampliadas, ejercicios de clase, imágenes y un DVD que complementa los contenidos con material multimedia y recursos bibliográficos asociados a la propuesta de la periodista.
El texto resume el trabajo desarrollado por Moya desde hace años en la formación y capacitación de profesionales de los medios en Cuba y otros países, sobre la premisa de un ejercicio profesional respetuoso de la equidad entre hombres y mujeres.
Los problemas apuntados en Reinventar el periodismo… pasan por el discurso mediático sexista, la formación de periodistas que dominen el tema, la publicidad discriminatoria, los mecanismos culturales, ideológicos y las rutinas profesionales que reproducen estereotipos e invisibilizan la presencia de las mujeres en los productos comunicativos, entre otros.
Según apuntó la autora en la presentación, el libro pretende ofrecer «materia prima» para aquellas personas interesadas en formar profesionales con sensibilidad ante las desigualdades motivadas por la división social de los géneros.
«Todavía los medios de comunicación reflejan una imagen de mujeres, hombres y de las relaciones entre ellos distante al paradigma de ser humano pleno que necesitamos», sostuvo la directora de la Editorial de la Mujer.
Su idea incluye el dominio teórico, pero enfatiza en la sensibilización personal y grupal que enfrente los demonios sexistas interiores y asuma lo racional en vínculo con las emociones y la experiencia vivida.
Para Cuba, se trata de una obra «esperada» en el espacio docente y socializador del tema, aseguró en el lanzamiento Miriam Rodríguez Betancourt, con décadas de experiencia como profesora de periodismo.
A su juicio, el manual se encuentra abierto «a la interacción y al diálogo, con sólido sustento teórico y objetivo didáctico, ciertamente, pero ajeno a recetas y proveedor de elementos para que en los medios se desarrolle una comunicación no sexista».
Moya no solo critica el discurso machista de la prensa, sino que propone preparar a las personas que allí laboran «para desarrollar una cultura profesional nueva, que integre un concepto emancipatorio desde el lenguaje y la producción de significados compartidos», abordó la presentadora.
Sobre la supuesta crisis del periodismo contemporáneo, el libro va más allá de los soportes para cuestionar un modelo agotado, frente al cual la autora defiende la preeminencia de la profesión periodística «para interpretar, analizar y contextualizar en el caos informativo del ciberespacio democratizador», recordó Rodríguez.
La catedrática añadió que el texto adelanta soluciones a los problemas explicados y define sus tesis como un proyecto abierto, que seguirá ampliándose con los aportes de su audiencia.
El volumen defiende la misión de «reinventar el periodismo a partir de la erradicación de mitos y prejuicios creados por la cultura patriarcal a la que es necesario oponer la contracultura feminista, solidaria y liberadora», confirmó Rodríguez.
Además de su amplia labor periodística y de activismo por la equidad entre hombres y mujeres, Moya ha escrito también Del azogue y los espejos, El sexo de los ángeles, Una mirada de género a los medios de comunicación y Sin Contraseña, género y transgresión mediática.
La edición de Reinventar el periodismo… corrió a cargo de la Diputación Floral de Gipuzkoa, del País Vasco, pero se espera sea reimpreso próximamente por editorial la cubana Pablo de la Torriente Brau.