Poner a discusión actos tan naturalizados en Cuba como el piropo y el acoso callejero y conectarlos con la violencia hacia las mujeres y las jóvenes ha sido el primer paso de Evoluciona, una campaña de comunicación que, con solo seis meses de puesta en marcha, ya va marcando algunos hitos entre las juventudes.
“No tendemos a cuestionar el acoso callejero ni el control sobre el cuerpo de las mujeres, ni lo relacionamos con las violencias”, suscribe a SEMlac Tamara Roselló Reina, especialista del Centro Oscar Arnulfo Romero e integrante del equipo coordinador de la campaña.
“Tampoco solemos discutir que detrás de esos actos hay imaginarios sustentados en una ideología patriarcal que nos coloca en situación de desventaja de poder a las mujeres”, amplía.
Un informe presentado por Oxfam el año pasado y que incluyó ocho países de América Latina indica que las ideas vigentes sobre las relaciones de pareja llevan a las y los jóvenes a reproducir desigualdades y normalizar situaciones de violencia machista.
De acuerdo con el estudio «Rompiendo moldes: transformar imaginarios y normas sociales para eliminar la violencia», entre la población joven se sigue viendo como lógico y normal el piropo a las mujeres. Entre las y los jóvenes de 15 a 25 años, 75 por ciento acepta como natural el acoso callejero.
De los ocho países estudiados, en Cuba (75%) y República Dominicana (84%) es donde más hombres de 15 a 19 años admiten que sus amigos piensan que pueden decir piropos a una mujer.
Lanzada en noviembre de 2018, la campaña cubana Evoluciona quiere, al menos, “que la gente sienta que eso es un problema y que está vinculado al patriarcado; que puede empezarse por una frase y terminar mal; que hay mujeres que mueren por eso”, precisa Roselló Reina.
Lo más difícil, de acuerdo con el grupo coordinador, es poder influir desde mensajes y acciones comunitarias en los imaginarios que sustentan esos actos, conseguir un cambio favorable y poder medirlo, de alguna manera, para comprobar que ha sido efectiva.
Para ello, especialistas de diversas instituciones y regiones del país que colaboran con la campaña Evoluciona, que coordina OAR junto a la Federación de Mujeres Cubanas, el Centro de Estudios de la Juventud y el Centro Nacional de Educación Sexual, trabajaron en taller del 22 al 24 de mayo, en la capital cubana.
“El encuentro sirvió, sobre todo, para pilotear herramientas y visiones que permitan construir un marco de monitoreo y evaluación de los impactos de Evoluciona”, aseguró a SEMlac Yohanka Valdés, también integrante por OAR del equipo coordinador de la campaña.
En su opinión, las redes sociales han sido un espacio importante de interacción y posicionamiento, aunque el intercambio mayor ha ocurrido con las juventudes de 24 a 35 años y ha sido menor con el grupo meta de 18 a 24 años, para el cual se crearon los mensajes.
Aunque en las redes participan casi en paridad mujeres y hombres, Valdés identifica las mayores resistencias en algunos de estos últimos. “Pero que participen de todas formas denota que el tema les interesa”, advierte.
En el terreno de las audiencias se colocan no pocos desafíos, según la comunicadora Roselló Reina.
“Colocar los mensajes en una matriz cultural que tiene naturalizado ese imaginario es un gran desafío, hablárselo a los jóvenes hombres es un reto mayor. Hemos sensibilizado más a las mujeres y somos las abanderadas, sobre todo, las feministas”, comenta la comunicadora.
Entre los pasos inmediatos, la campaña quiere ampliar la vocería e identificar hombres sensibles que sean más conscientes de sus privilegios y quieran colaborar; poder detectar propuestas de masculinidades realmente alternativas. “Para que se entienda que se puede ser hombre desde otra lógica y no como los han construido, con el poder en las relaciones de pareja”, apunta Roselló Reina.
El tema del acceso a la tecnología y el control a distancia es un tema emergente también en Cuba, donde cada vez más se amplía la conexión a Internet y las redes digitales.
Desde chequeo de llamadas, mensajes y fotos, hasta cuestionamientos de cómo se gasta el saldo y con quién son exigencias y prácticas de control que no creen ni en fronteras geográficas ni en distinción sexual, “De eso no nos libramos ni las mujeres ni los hombres”, acota la especialista.
Hablarles a las juventudes, polemizar, debatir y entender que pueden construirse relaciones con mayor libertad, libres a la vez de los dictados tradicionales, de prácticas patriarcales que se disfrazan de amor, siguen siendo parte de las rutas de Evoluciona, que busca romper esquemas mentales que se han mantenido inamovibles.
Para Roselló Reina, se trata de temas novedosos y necesarios en el contexto cubano, que no está exento del auge que tienen en América Latina los fundamentalismos de algunas iglesias y grupos conservadores, que promulgan un discurso anti derecho.
“Por el contrario, estamos abogando por ampliar los derechos, por el reconocimiento y el respeto a una vida libre de violencia”, acota la comunicadora.