El año de la huelga feminista y de la sentencia de La Manada, el feminismo ha rugido para denunciar el contexto que permite la violencia sexual. Mientras tanto, muchos medios se han sumado a esta “ola” con figuras como la redactora jefa de género de eldiario.es, una mesa especializada en EFE o la corresponsalía de género de El País.

No hay dudas sobre un hecho: si algo ha puesto de manifiesto este 2018 con #LasPeriodistasParamos, es que en todas las redacciones hay una periodista a la que no le da miedo decir que el periodismo, si pierde el foco de los derechos de la mujeres, solo podrá apuntalar la desigualdad.

Pero no basta. 2018 ha sido también el año de la contrarreacción machista ante los pasos indiscutibles de los movimientos de mujeres. A los ya clásicos columnistas señoros se han sumado algunos nuevos. También ha habido sobrados ejemplos de cómo los titulares y los enfoques pueden ser puros relatos de terror sexual.
Si dejaste de leer El Mundo unas semanas después de que contaran cómo era “la vida normal de la joven violada en San Fermín” en 2017, si te cansaste de leer titulares sexistas durante los Juegos Olímpicos de Rio 2016, si flipaste con “el psicópata que mataba por amor” -dijo El País– en 2015, si torciste la cara cuando en 2014 ABC nos dijo que la menstruación causa divorcios y en 2013 quisiste sacar la catana cuando nos contaron cómo descuartizar a una mujer en la televisión pública manchega… esta es tu lista.
Recojo algunos de la gran cantidad de titulares que a lo largo de esta año muchas periodistas han señalado y compartido en Twitter.
Relato de terror sexual
En 2018 hemos gritado la violencia sexual, mientras muchos medios insisten en servir de altavoces al discurso del terror sexual. “Las representaciones sobre el peligro sexual no son solo la estructura que da soporte a la violencia, son en sí mismas violencias”, dice Nerea Barjola en Microfísica sexista del poder, uno de los libros imprescindibles de este año.
Como en tantos otros casos, la ropa o el comportamiento de Diana Quer sirvieron de excusa a un buen número de medios para culpar a la joven de su propia desaparición. “No fue discreta” (Antena 3), “Su autoestima es baja” (Telecinco), “Se ha esfumado” (El Mundo) o “Tómate un orfi” (“exclusiva” de Espejo Público, Antena 3, luego replicada en muchos medios) son algunos ejemplos de cómo los medios dieron prioridad a la versión de que la joven podría haber desaparecido por voluntad propia, negando así la verosimilitud de lo que siempre mantuvo la madre de Diana Quer: que la de su hija había sido una desaparición forzosa.
Lo que siguió al hallazgo del cuerpo de la mujer el 31 de enero de 2017 y la posterior detención de ‘El Chicle’ lo hemos visto infinitas veces. Detalles innecesarios, entrevistas que poco o nada aportan en el plano informativo (como las que le hicieron a su madre) yesa “monstruoización” del individuo, es decir, un intento de hacernos creer que quienes actúan así son excepciones de un sistema que en general, tampoco es tan hostil con nosotras.
En el año en el que hemos debatido como nunca qué es ‘consentir’, seguimos viendo titulares que demuestran haberse quedado fuera o no haber entendido nada. Solo así se entiende este “aceptó” del titular “Una de las menores de Alicante aceptó tener sexo para no ser violada por los 10 miembros de la banda” O este “tener relaciones” en “Detenido por tener relaciones con una niña de 12”.
Claro que estamos hablando de una situación en la que un medio se puede permitir informar sobre violencia sexual en la sección de Gente y Pasatiempos. De hecho, la espectacularización que se ha hecho del caso de La Manada, tratando a los acusados como si fueran famosos de la tele, ha dado lugar a lamentables episodios como la entrevista al padre de ‘El Prenda’ en Cuatro: “Ella es culpable; los sevillanos eran muy guapos y fue a buscarles“.
En el reciente caso de Laura Luelmo, los medios han abierto sus micros para permitir que el asesino pida el perdón de la familia.
Violencia machista en la pareja
En el tratamiento de la violencia machista en la pareja, las “mujeres que mueren” siguen copando titulares sin sujeto activo como en “Yésica, la camionera asturiana que viajaba por Europa, degollada tras discutir con su novio”.
Perdura otra práctica que este año cobra especial gravedad si se analiza en relación al ascenso de Vox y ha tenido en el discurso de “la ideología de género” una de sus bases. Así, decir que envían a un hombre a prisión “por mandar seis mensajes de WhatsApp a su pareja” (cosa que hizo Público en un tuit) o que detienen a un hombre “por dar una patada a su pareja” es como añadir gasolina al fuego.
De la banalización de la violencia de género dan cuenta estos titulares: “Cinco años de cárcel por poner fin a una fiesta arrojando a una mujer al vacío en Zaragoza’” o “Martha, la coqueta empleada de hogar estrangulada con un cable por El Cubano”.
Sobre la muerte de Chiquetete, hemos leído que “vino en desgracia desde que fuera satanizado por el circo televisivo después que su exmujer lo acusara de propinarle varias palizas”.
El misterioso caso de las mujeres invisibles
El cambio de Gobierno en junio de 2018 con la novedad de incluir en él a un buen número de ministras fue campo abonado para sacar el set de periodismo machista informaciones sobre cómo las ministras llevan ropa. Menos mal que la prensa seria nos informa que “las mujeres del presidente” están “unidas por su sobriedad” en el vestir.
Y como hacer el ridículo no solo es gratis sino que da clics, El Mundo publicó titulares como “canalillo de Carmen Calvo” o este penoso “Andrea Levy se pone sexy”.
Uno de los capítulos más divertidos del periodismo machista, que no es otra cosa que mal periodismo, es el misterioso caso de las mujeres invisibles. Es como menos para levantar una ceja que la concesión del premio Princesa de Asturias de las Letras a Frédérique Audoin-Rouzeau dé lugar a un reportaje “all men” panel en La Voz de Galicia.
Un poco de risa da el titular “Las mujeres han sido un pilar fundamental para mi éxito” acompañado por una foto en la que no sale ninguna mujer.
Y, junto a las mujeres invisibles, las mujeres sin nombre: RTVE nos dijo que “Dos españolas y Cristiano Ronaldo” estaban entre los nominados a mejor gol de la temporada por la UEFA. Sus nombres son Olga Carmona y Eva Navarro.
De postre, estereotipos
Los estereotipos de las mujeres y la maternidad no hay quien los saque de los medios “mainstream” y así Carmen Machi es “la actriz que dio la espalda a la maternidad por su carrera”. Me parece muy significativo que el subtítulo de esta noticia sea “la intérprete asegura que nunca ha sentido la necesidad de ser madre”, porque deja claro que ni cara ni espalda, simplemente no entraba en sus planes.
Y lo de la sexualización de las mujeres sigue a la orden del día. ¿O quizá esto de La Vanguardia solo se aun técnica de posicionamiento?: “Anastasia Bryzgalova, la doble de Angelina Jolie que ha enamorado en los Juegos de Invierno”.

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