El territorio aparentemente neutro de las redes sociales de internet alberga inequidades de género, según constató una reciente investigación en los perfiles de Facebook de estudiantes de la Facultad de Comunicación de la Universidad de La Habana.
En su tesis de licenciatura en Comunicación Social, Ariel López Fernández analizó el imaginario de género que mujeres y hombres jóvenes expresan en sus biografías virtuales y concluyó que estas mantienen vigentes supuestos tradicionales y hegemónicos, que van quebrándose, pero con lentitud.
La pesquisa, presentada en junio de 2014 con el título Facebook ¿Una red social donde se reproducen desigualdades de género?, encontró similitudes entre hombres y mujeres al acercarse a las redes sociales, pero también diferencias.
La población universitaria ocupa buena parte de las casi tres millones de computadoras conectadas a internet en Cuba, según datos de la Oficina Nacional de Estadísticas e Información de 2013, pues este servicio se ofrece en todos los centros de altos estudios del país.
Varias investigaciones señalan además que Facebook es el sitio más visitado desde la isla caribeña, principalmente por menores de 30 años.
Entre los puntos de contacto avistados en la indagación, tanto hombres como mujeres con acceso a esta red social publican mayor cantidad de contenidos tradicionales de la feminidad y masculinidad, entre ellos las referencias a la mujer como objeto de atracción y deseo.
«Los hombres exhiben el cuerpo de las mujeres como ente decorativo, atractivo, de belleza, de placer, como haciéndolas ostensibles a manera de trofeo o triunfo alcanzado», explicó el joven profesional a SEMlac.
A su vez, las mujeres se muestran coquetas, atractivas, hermosas, sensuales, con una belleza pulida, perfilada y exhibiendo su cuerpo, una tendencia que el investigador significa entre las estrategias más fuertes en que se manifiesta la cultura patriarcal.
Declararse heterosexual es frecuente entre el grupo estudiado, tanto en hombres como en mujeres, casi siempre expresando atracción y afinidad hacia personas del sexo opuesto.
Al evaluar las diferencias en los contenidos publicados, la investigación destaca que los hombres otorgan más fuerza al universo profesional en sus mensajes.
«Se aprecia de modo insistente la importancia que posee para estos la racionalidad, la formación y la superación académica, la búsqueda de la razón y las capacidades de excelencia intelectual, de realización personal y éxito en el ámbito profesional», indicó López.
Ellos ponderan también la idea de hombre vinculado al espacio visible y remunerado.
Las mujeres estudiadas publican mensajes sobre la profesión como sentido de vida, en coincidencia con el rol que van ocupando en sectores académicos y laborales, pero en menor medida e importancia respecto a los hombres.
Según el ejercicio académico, la virilidad está presente en muchos de los mensajes de los hombres en Facebook, que acentúan su papel como protectores y, desde una posición de supremacía, apelan a la fortaleza física.
Para los jóvenes estudiados, resulta importante ser fuertes físicamente, varoniles, vigorosos, enérgicos, potentes, resistentes y supremos, resume el comunicador social.
Frecuentemente, las mujeres evidencian sus afectos y emociones mediante la publicación de contenidos sobre la sociabilidad, el cariño, la ternura, la confianza, la confraternidad, la afabilidad, la intimidad y cercanía profunda.
El investigador resume como los estereotipos masculinos más frecuentes en esta red social la virilidad, la heterosexualidad demostrada, los sentidos profesionales, la solidez de los ideales políticos, el control de los afectos como muestra de fortaleza emocional y la autonomía económica y psicológica.
Las mujeres son prejuzgadas por la libre expresión de afectos, sentimientos y emociones, objeto de atracción y deseo, el interés por la moda y la exhibición de la relación de pareja.
No obstante, estas tendencias varían en algunos hombres que se presentan como individuos sociables y afectivos, que muestran el cuerpo propio como objeto atractivo y hablan abiertamente de sus relaciones sentimentales.
Existen además mujeres interesadas en asuntos poco frecuentes para ellas como el deporte, que ponderan su profesión y se manifiestan independientes para salir solas y divertirse.
En opinión de López, estas tendencias descubren a las redes sociales como espacios comunicativos donde se expresan contenidos de la vida cotidiana de las personas y, por tanto, salen a la luz sus imaginarios patriarcales.
A su juicio, estas dan continuidad a la violencia por motivos de género desde lo simbólico y lo psicológico, por lo que requieren de un monitoreo constante.