Cuba: Desde el interior de los medios

Aunque el tema de la violencia de género ha empezado a ser tratado por los medios de comunicación en Cuba, el acercamiento es aún muy limitado, insuficiente y asistemático. Cualquier monitoreo muestra esta tendencia y así piensan también personas vinculadas a este universo y entrevistadas por SEMlac, con fines periodísticos.

¿Qué tratamiento dan los medios de comunicación cubanos al tema de la violencia de género? ¿Con qué frecuencia y profundidad se abordan esos temas? ¿Podría asegurarse que los medios de comunicación en Cuba no son sistemáticos a la hora de tratar el tema de la violencia? En aras de encontrar respuestas a estas interrogantes, SEMlac conversó con 31 periodistas: 11 periodistas de medios de comunicación impresos, 10 de la radio y 10 de la televisión. Del total, 17 eran mujeres y 14 hombres y procedían de una amplia variedad de medios.

Por sexo, las mujeres han escrito más sobre los temas de referencia que los hombres. Por tipo de medio de comunicación, los comunicadores (as) de los medios impresos han trabajado más el tema que quienes laboran en la radio o la televisión. Indagando las razones de este comportamiento, apareció una evidencia que pudiera aportar claridad: muchos de los programas donde se han abordado temas de violencia en la radio y la televisión no son precisamente espacios informativos puros, sino revistas de variedades donde no suelen ser periodistas los encargados de presentar el asunto. Generalmente son conductores que entrevistan a especialistas en el tema.

Resulta muy interesante el balance de las respuestas acerca de la calidad del tratamiento de los temas de violencia en el medio de comunicación propio de los entrevistados, en comparación con la atribuida a los otros medios. Los comunicadores (as) de la prensa escrita fueron más ponderados al evaluar el ejercicio propio, calificándolo mayoritariamente entre regular y malo. En la radio y la televisión, calificaron fundamentalmente de bueno el ejercicio propio.

Las razones esbozadas por los periodistas de la prensa escrita para ser tan críticos con su trabajo fueron poca profundidad y sobre todo, sistematicidad, a la hora de abordar estos temas. Además, citaron la presencia de análisis parciales sobre las causas de la violencia; aunque reconocieron que en determinado momento el periódico se ha abordado el tema de manera bastante integral, pero aislada.

Otro dato de internes, fue la diferencia en la apreciación de la calidad del tratamiento de los temas de violencia en el medio de comunicación propio de los entrevistados, en comparación con la atribuida a los otros medios. A la hora de juzgar la calidad del tratamiento de los temas de violencia en los medios ajenos al de procedencia, ningún entrevistado (a) evaluó de bueno el trabajo de los restantes medios y hubo un mayor abstencionismo, mostrado en el alto número que marcó la opción No se.

Los comunicadores (as) de la prensa escrita fueron más ponderados al evaluar el ejercicio propio, calificándolo mayoritariamente entre regular y malo. En la radio y la televisión, calificaron fundamentalmente de bueno el ejercicio propio.

Las razones esbozadas por los/as periodistas de la prensa escrita para tener una posición tan crítica sobre  su trabajo fueron poca profundidad y sobre todo, sistematicidad, a la hora de abordar estos temas. Además, citaron la presencia de análisis parciales sobre las causas de la violencia; aunque reconocieron que en determinado momento el periódico se ha abordado el tema de manera bastante integral, pero aislada.

En tanto, la actitud dentro de la televisión y sobre este medio fue distinta. A pesar de que la mayoría de las personas consultadas declaró no haber elaborado nunca materiales sobre violencia, se aprecia una sobrestimación de la calidad del tratamiento que la televisión da al tema: seis, de 10 entrevistados (as), consideraron que era bueno y dos, regular. Sólo una persona consideró que esa labor era mala y otra persona decidió no emitir un juicio.

Sin embargo, cuando intentamos profundizar las causas de esa sobrevaloración, no pudimos encontrar elementos de juicio sólidos para justificarla.

La respuesta más recurrente fue que la televisión, en tanto tenía la posibilidad de la imagen, era más efectiva en su tratamiento, criterio insostenible pues los espacios que más han abordado los temas de violencia en este medio lo han hecho a partir de entrevistas a expertos y no de reportajes periodísticos con imágenes. Periodistas de la TV también mencionaron la alusión al tema de la violencia en las telenovelas, como vía efectiva para sensibilizar a las y los televidentes.

La radio resultó ser el medio seleccionado como más sistemático en el tratamiento a los temas de violencia, con poco más de un 45 por ciento de las opiniones recogidas. En segundo lugar quedó la televisión, y en tercero, la prensa escrita.

La razón fundamental tenida en cuenta para la elección fue que la radio, con muchas emisoras territoriales y nacionales transmitiendo a la vez, durante muchas horas a la semana, tenía más espacios para brindar tratamiento diferenciado al tema de la violencia, y podía hacerlo con mayor inmediatez y de manera más reiterada.

La razón de evaluar como “menos sistemática” a la prensa escrita esta justificada por el espacio que revistas y periódicos, de escasas tirada y paginado, pueden dedicarle al asunto: “suelen ser más profundos, pero quizás publican apenas un trabajo en el año”, describió una de las encuestadas.

¿Cuáles son los principales obstáculos a que se enfrenta el o la periodista o un medio de prensa para publicar trabajos sobre violencia?

RESPUESTAS MÁS REPETIDAS

FRECUENCIA

(en por ciento)

Desinformación y falta de especialización de periodistas en asuntos sociales y de género.

78

Diseño de objetivos editoriales que no tienen el cuenta el tema.

72,2

Desconocimiento de la dirección de la prensa de que la violencia de género es un hecho también en Cuba.

67,3

Resistencia en el país a reconocer la existencia de la violencia en todas sus variantes.

66,5

Falta de sensibilidad con el tema.

57,1

Machismo: la mayoría de los directivos de la prensa son hombres.

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 Marzo de 2008

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