Contrario a lo que muchos aún creen, la identidad de género se manifiesta a temprana edad y no tiene que ver con algo sexual. El video musical de HollySiz llamado «The light» recrea la dura realidad de muchas niñas y niños trans que deben enfrentarse a la burla de sus compañeros de escuela, a la intolerancia de la familia y los docentes y al rechazo de la sociedad.
Breve sinopsis del video
Un niño que se siente muy a gusto con un vestido, es víctima de bullying en la escuela por parte de otros niños, su maestra le llama la atención constantemente, sufre miradas de extrañeza y de desaprobación en la calle. Por otro lado, en su casa, su madre respeta su forma de ser, sin embargo su padre no piensa igual y le impone “lo que es propio de un niño”, lo cual afecta a su hijo. El padre, tras reflexionar sobre su actitud, decide que va a aceptar a su hijo tal y como es y se lo hace entender al esperarlo a la salida de la escuela, con un vestido puesto y otro en la mano para él.
Se trata del video clip “The light”, de HollySiz. Resulta evidente que hace alusión al tema de las identidades de género; es un buen material que refleja una realidad que presenta a una sociedad estereotipada y en la que las instituciones escolares y la familia resultan ser los principales agentes de socialización de estos estereotipos de género.
Es por ello que, en aras de realizar un análisis más productivo, proponemos una deconstrucción del video y examinar cada una de las posturas que asumen los agentes y personajes que en él aparecen.
El niño
El género es un constructo social que se conforma a lo largo del desarrollo de la vida a partir de interacciones socioculturales. Como parte de esta categoría se encuentra la identidad de género, que es entendida como “la percepción interna de ser (o no) hombre, mujer o alguna alternativa de género o combinación de géneros”[1].
La identidad de género puede coincidir o no con el sexo biológico. En el caso de este video, se está en presencia de un niño cuya identidad de género no se corresponde con su sexo biológico. Debido a ello sufre los prejuicios de una sociedad estereotipada que por ende tiene un sistema educativo que responde a las mismas lógicas y sufre la no aceptación de su padre.
Una persona en la sociedad actual, ante una situación similar, tiene dos posibilidades y ninguna es del todo satisfactoria: una es asumir su identidad a pesar de que implique sufrir burlas y rechazos y la segunda reprimirla. Ambas le afectan psicológicamente.
La escuela
Constituye, junto a la familia, un agente principal en la formación de las personas por lo que, insertada en un tipo de sociedad determinada, responde a las prácticas normadas por su entorno. Entonces, si se encuentra dentro de una sociedad estereotipada como es el caso del material en análisis, los contenidos, las normas, la forma de enseñar y el resto de los elementos que conforman el proceso de enseñanza-aprendizaje van a estar orientados a la reproducción de esos estereotipos. De que al niño no se le permitiera ir en su vestido a la escuela, exigiéndosele uniformidad con el resto de los infantes y dándole quejas a sus padres sobre la situación.
Los estereotipos de género provienen de la familia, pero se refuerzan en la escuela, por lo cual es un escenario al que es necesario prestar mucha atención.
La madre
En el material de análisis, la madre acepta totalmente la identidad de género de su hijo, a pesar de vivir en una sociedad que no está preparada para ello. Asume de manera natural la situación y en ningún momento se manifiesta deseando que su hijo pequeño sea de otra forma. Ella lo quiere tal cual es, lo cual es positivo. Por otro lado, teniendo en cuenta que a las madres siempre se les signa de “comprensivas”, “cariñosas” y “tolerantes” ante situaciones similares a la de este video, a diferencia de los padres, a quienes se les representa como “intransigentes”, “rebeldes” e “intolerantes”; hubiese resultado interesante para el material un intercambio de roles, mostrando a un padre que apoya a su pequeño y a una madre renuente a aceptar la situación (siempre con el mismo mensaje positivo de llegar a ver la luz).
El padre
Como se explicaba anteriormente, en el video se presenta a un padre marcado en demasía por la sociedad en que se formó, renuente a aceptar la identidad de género de su hijo y capaz de subordinar la felicidad y salud del infante a sus deseos. Un padre que en un inicio se muestra incapaz de ponerse en el lugar de su hijo y que anhela hacer juntos “cosas de hombres”, “como debe ser”.
Finalmente, este personaje evoluciona y termina no solo aceptando, sino apoyando a su hijo en la decisión de asumir una identidad de género que no se corresponde con su sexo biológico, pero que es completamente normal, lo que resulta efectivo para el material y transmite un mensaje positivo a los espectadores.
La sociedad
El rechazo social provoca sufrimiento en las personas con identidades y expresiones de género diferentes, lo que perpetúa un modelo estándar único que estigmatiza a estas personas.
La presión, la discriminación y en ocasiones la violencia por parte de la sociedad influye sobremanera en el proceso de aceptación de la identidad de género. Estos conflictos son más evidentes a edades tempranas, como es el caso del material en el que el niño recibe coacciones para impedir que exprese conductas distintas de las socialmente aceptadas para el género asignado dentro de una concepción binaria estricta.
Al concluir el video no se manifiesta la aceptación del niño por parte de la sociedad, pero al menos su padre sí lo hace y eso ya es un logro en función de hacer entender que cada persona está en el derecho de asumirse como desee y merece respeto
[1] Calvo, Gloria. La importancia de la equidad de género en los logros del aprendizaje. Panel de la UNESCO “Género y logros de aprendizaje”. Abril 2016.