“…Somos pocas y qué, lo que importa es ir adelante y tener fe, justificación y miedo pa´ después. Unámonos,confiemos más, no pierdas más el tiempo. ¡Mujer, alza tu voz que este es el momento! Que sobre sentimiento y mucha fuerza pa´ luchar, aconsejar, copiar, nuevos caminos encontrar. Unidad entre nosotras. Nunca agaches la cabeza, somos pocas sí, pero ahora es que esto empieza” Fragmentos de la canción “Somos Pocas”, escrita e interpretada por La Real (Yadira)
La representación femenina en la canción cubana ha sido escasa y muy poco difundida, sólo recientes estudios y publicaciones destacan con mayor fuerza la participación y los aportes de ellas a dicha industria. Posee un lugar meritorio el libro “Con música, textos y presencia de mujer. Diccionario de mujeres notables en la música cubana” elaborado por Alicia Valdés Cantero. A través de este se visibilizan muchas cubanas que a lo largo de los años han enriquecido y consolidado el escenario artístico de esta parte del Caribe, pese la supremacía masculina, blanca, adulta y heterosexual dedicada a la producción de géneros más comerciales.
Estar en minoría y ser menos reconocidas que ellos no ha limitado los esfuerzos que hacen a diario las mujeres artistas del país, en especial algunas raperas, jóvenes y negras que luchan contra viento y marea por ganarse un espacio en el mundo de la música. Ellas escogen para su desarrollo un género que es de por sí complejo, sobre todo por las incomprensiones y el desconocimiento general que existe de su esencia. Este hecho conduce a los principales obstáculos que padecen quienes se dedican al mismo en la Isla, pero que sufren con mayor intensidad ellas. Figuran entre los inconvenientes más resaltados: la inexistencia de espacios suficientes y/o estables para la promoción de su trabajo, la falta de apoyo de las disqueras para grabar sus temas y la poca difusión que se realiza en los medios de comunicación masiva de la labor que despliegan.
Una de las estrategias del movimiento para aminorar los efectos nocivos de las trabas mencionadas lo constituye el trabajo que se realiza desde la Agencia Cubana del Rap, que desde el 2002 tiene como fin principal promocionar el género, guiar el trabajo de los artistas que a ella pertenecen y comercializar sus productos. Sin embargo, a ella pertenecen en la actualidad sólo dos mujeres Yoané (cantante del grupo Hermanazos) y Magia López (integrante del grupo Obsesión).
Conversar con Magia López Cabrera, quien además se desempeña como directora de dicha Agencia y algunas integrantes de la nueva escuela como Yamay Mejías Hernández “La Fina” y Yadira Pintado Lazcano “La Real”, ofrece señales del por qué acontece dicho fenómeno, pues permite entender cuáles son las principales brechas de género que perpetúan las inequidades existentes entre ellas y sus homólogos varones dentro del movimiento.
Mujeres y rap en Cuba
“…la mujer cubana no sólo se hizo para satisfacer deseos en la cama, también nos hemos ganado un puesto en esta rama y cuando se diga “Hip Hop”, a la vanguardia feminista hay que mencionarla. Ideal realista, para aquellos que nos subestiman, empañamos conceptos machistas…” (Fragmento de la canción “Brindando conocimientos” escrita por “El Rebelde” e interpretada por el grupo Unión perfecta)
Un discurso lleno de fuerza y esperanza en el que traslucen el amor por el rap y la firme convicción de dedicarse a él, es el que caracteriza a las jóvenes raperas en el contexto cubano, quienes aunque se inician en este movimiento muy jóvenes, solo pueden subirse al escenario y ser conocidas por los amantes del género cuando alcanzan “la mayoría de edad”[1].
Según explica Magia, esta es una realidad que ha existido siempre, pues desde el año 1996 cuando empezaba su carrera como artista, casi siempre las mujeres quedaban en el plano de depender de si las invitaban o no, si les hacían un background o no, etc. Eso originaba que ellas fueran llegando a los espacios ya fuertes y bien formadas, a diferencia de los varones, quienes tenían la oportunidad de irse formando en los propios espacios. Este hecho estaba muy asociado a la falta de poder y recursos que tenían casi todas por aquel entonces, pues quienes primero tuvieron las máquinas de DJ, las computadoras, el acceso a los espacios y la oportunidad de liderearlos fueron ellos.
Algunos de estos obstáculos y sobre todo el difícil acceso a los recursos permanecen como constantes hasta nuestros días, pues según comentan dos de las integrantes de la nueva escuela, La Real (Yadira) y La Fina (Yamay), dependen mucho de sus compañeros para hacer su trabajo:
La Real: “Yo te digo que ser mujer en el género este es bastante difícil, porque quienes hacen la música y quienes graban, todos son hombres.”
La Fina: “No es como los hombres, que entre ellos mismos se ayudan y cuando hacen algo nuevo van para el estudio de un amigo y graban el tema. Si van a grabar un background, ahí mismo hacen 10 backgrounds; pero nosotras tenemos que estar pidiendo de favor que nos hagan uno o que nos graben algo”.
Sin embargo, notan que esta situación ha variado un poco en relación con años anteriores y destacan el apoyo que reciben de algunos amigos como los integrantes del grupo Cuentas Claras y en especial de “El Flaco” (su DJ), el “El Rebelde Malcons”, Neury (DJ) y los integrantes del grupo Anónimo Consejo, entre otros.
La presencia y desarrollo de las mujeres en el movimiento, según afirmó Magia, también ha estado limitada porque su entrada al mismo casi siempre se origina a partir del vínculo con hombres que lo integran (amigo, familiar o pareja). Esta situación condiciona que muchas, al romper sus relaciones afectivas con ellos, culminen todo lo que están haciendo porque se les queda “colgando”. Este es un hecho que han tratado de ir variando con su actuar sistemático e independiente prestigiosas agrupaciones y figuras femeninas dentro del género como Instinto, Las Krudas, Omega, Unión Perfecta, Las Positivas, La Fresk, Telmary, La Nena, Amazona, La Yula, Magia, La Real, La Fina, Reina, La Jaba Atrevida y la Nena.
Los textos son el arma fundamental que usan estas raperas para reclamar el respeto por lo que hacen y aminorar las trabas que las discriminan de la vanguardia del movimiento; a través de ellos expresan la necesidad de crear una sociedad más justa y de equidad entre los hombres y las mujeres. Un tema bien conocido en este sentido es “Paraísos perdidos”, de Yamay (“La Fina”), al que pertenece el siguiente fragmento:
“…¿Cuánto más vamos a aguantar nosotras las mujeres, ese machismo impertinente día a día nos agrede? No lo entienden, que al igual que ellos tenemos decisiones fuertes. Buscaré una solución pa´ mi problema. Alguien que escuche mi tema. ¿Quién dijo que por llevar aretes, tener senos y caderas somos más débiles? De ninguna manera… esto es una condena, para mí esto es un dilema”.
También hablan de la amistad, la vida cotidiana, la violencia, la droga, la cárcel, las enfermedades de transmisión sexual y otros problemas sociales; mas casi siempre resalta el tema racial en sus canciones[2], pues este aspecto forma parte importante de la triada discriminatoria que padecen al ser además de mujeres, raperas y negras. De esta forma, “logran emplazar en una perspectiva de lucha social, de cruzada contra dichas expresiones racistas, machistas y colonialistas… desbordando espacios y activando el imaginario emancipatorio que comparten algunos grupos sociales en nuestro país”[3].
Las mujeres en el rap son igualmente cuestionadas por su forma de hablar, vestirse, los gestos que utilizan y la manera en que se proyectan en sus cotidianidades, aspecto que se debe a la desarticulación social que existe entre el estereotipo creado desde la cultura patriarcal para el género femenino y los modos en que se proyectan la mayoría de ellas. Sin embargo, entender el deber ser de los hombres y mujeres de esta forma antagónica simplifica erróneamente la realidad y oculta la multiplicidad de maneras en las que se puede vivir la pertenencia a un sexo u otro, pues hombres y mujeres están también determinados por otras variables como la edad, la religión, la cultura, la orientación sexual, la clase, el color de la piel, el movimiento cultural con el que se identifican, entre otras. El desconocimiento o desatención a este supuesto teórico provoca que muchas veces las MC sean mal vistas y hasta que se les cuestione aspectos tan personales como la orientación sexual. Así lo aseguran Yaneidis Tamayo Allarde y Orielis Mayet Lugo, integrantes del trío santiaguero Las Positivas en entrevista que le realizara recientemente Mayra García Cardentey (García, 2011).
Para Alcaild López Arceo (“El negro criollo”), incorporar los términos propios del género, usar la ropa ancha, el pelo de una forma o hablar de determinada manera, son sólo formas que estas chicas eligen para mostrar su identificación con la cultura Hip Hop[4] y esto para nada afecta que sean tan mujeres como otras. En relación a este asunto La Real solicita tener mayor libertad a través de su carta de presentación:
“Hoy quiero salir a la calle y disfrutar de libertad, ser yo misma sin mirar atrás, mostrarles mi verdad, contemplar las nubes sin que piensen que estoy loca, no ser criticada por mi andar y por mi ropa. Es que a veces me choca, la mirada de la gente y actuar siempre de la forma más ‘conveniente’, ligarme en un ambiente lleno de hipocresías, donde lo que piense yo simplemente es tontería” (Fragmento de la canción “Intro” escrita e interpretada por La Real).
Formar valores, combatir la discriminación de todo tipo, dialogar, reflexionar y debatir, son algunas de las intenciones de Magia (Gordillo, 2009: 9) y estas chicas; por eso no pierden oportunidad para decir lo que piensan y hacer de su actuar cotidiano un ejercicio permanente para la conquista de comportamientos sociales más justos.
Cuando suben al escenario se ven seguras, firmes en sus convicciones y decididas a “apagarles el farol”[5] a quienes osen ridiculizarlas por creerlas débiles. Según comenta La Real: “Yo me he puesto a improvisar porque a mí me gusta. Y más bien lo que los hombres nos ven en esos momentos es como a una florecita a la que no pueden maltratar; porque si nos dicen no vamos a poderles responder… Sin embargo, yo sí me siento con capacidad de responderles, de hecho ya he apagado a unos cuantos.”
Otra manera muy solapada de afectarlas en sus presentaciones es no ponerles el background en tiempo o decirles que este salta porque tiene alguna dificultad, cuando ellas saben que es imposible que esto suceda por la calidad del mismo y por el formato en que se le ha entregado a los DJ. Yamay, narra su más reciente experiencia en ese sentido:
“…Sí, he tenido problemas con los DJ, por ejemplo cuando fui a finales de noviembre a cantar a Guanajay (por cierto hay muy pocas mujeres DJ, queda sólo una: Nana, que ahora se está dedicando mucho más a la fotografía). Ese día cuando fui a cantar el muchacho me empezó a decir que el background saltaba, lo que para mí era mentira, pues si yo se lo di en una memoria, cómo va a saltar. Entonces me puse un poco nerviosa, porque el background no me caía en el tiempo en que estaba diciendo la letra y como estaba hablando sobre el machismo, pienso que eso influyó. Ellos piensan que si estoy hablando del machismo estoy hablando de todos los hombres y eso no es así, el que se lo quiera coger es porque lo es. Mi mensaje es para los que son machistas, pues yo no estoy de acuerdo con eso, ni con la violencia hacia la mujer, etc. Al final canté, el background sonando por un lado y yo por el otro; pero lo hice. Canté mis tres temas y cuando se estaba acabando aquello le dije que por favor no me pusiera más nada y la última canción la hice con el ritmo de unos tambores batá que había allí. Porque si me van a sabotear, imagínate tu. Esa vez yo era la única mujer.”
Un proyecto que las ayuda mucho en este sentido es “Alzar la voz”, organizado por la poeta y promotora Carmen González. A través del mismo se agrupan las mujeres que cultivan el Rap, junto a poetas, escritoras, psicólogas, sociólogas, otras que apoyan las acciones del Hip Hop en beneficio de la comunidad. Allí, ellas estudian y discuten los temas que les atañen, ayudan a la solución de ciertas actitudes y situaciones conflictivas o desventajosas y sobre todo a la superación cultural de las raperas. “Alzar la voz” propicia, por supuesto, espacio para encuentros y conciertos en que las raperas se puedan manifestar y su objetivo es que se escuche cada vez más alta y clara la voz de estas mujeres.
Sin embargo, aunque esta es una estrategia muy efectiva y así lo dejan saber las MC entrevistadas, por sí sola no resulta suficiente para potenciar el desarrollo de estas jóvenes. Por eso desde la Agencia del Rap también se intencionan actividades para la formación y crecimiento de las mismas.
Entre las mencionadas por Magia se encuentran la implementación de encuentros para la discusión e intercambio teórico, la inclusión de talleres de género en el marco del Simposio Internacional, el apoyo a conciertos y actividades que organiza el proyecto Alzar la Voz, la aparición de artículos sobre género en la revista Movimiento de la Agencia Cubana del Rap, la creación especial del número 7 de dicha revista dedicada a las Mujeres en el Hip Hop, entre otras.
Estas y otras acciones están teniendo lugar en la actualidad, mas ellas mejor que nadie saben que el camino es largo y difícil. Ahora solo basta que pongan mayor empeño en el logro de sus metas más cercanas: entrar en la AHS, inscribir sus temas en la Agencia Cubana para el derecho de Autor, difundir su obra, promoverla tanto a nivel nacional como internacional y grabar nuevos discos.
Solo la voluntad, el deseo de salir adelante y triunfar, podrá hacer que estas mujeres puedan seguir alzando la voz, sus puños y sueños, para hacer del Rap un género musical por y para mujeres y hombres.Ante estas dificultades, ellas se crecen y demuestran que su amor por lo que hacen no se aminora ante estas pequeñas batallas que día a día libran. Se unen, conectan sus esfuerzos y van a cada una de las presentaciones que tienen sus amigas para apoyarlas y hacer de la máxima “Una para todas y todas para el Hip Hop” su realidad.
Bibliografía consultada:
– Acosta, Dalia. Fábricas revolucionarias del rap en Cuba. En: Diario digital RD. En www.DiarioDigitalRD.com, consultado el 1 de febrero del 2011.
– Entrevistas realizadas por la autora a Alcaild López Arceo (Nombre Artístico: Negro criollo); a Magia López (Directora de la Agencia Cubana del Rap); a Yamay Mejías Hernandez (Nombre artístico: La Fina); y a Yadira Pintado Lazcano (Nombre artístico: La Real).
– García Cardentey, Mayra. “No hay espacios para el rap en Cuba”. Revista digital del Centro Informativo para la Prensa “Cuba Ahora”. En: www.cubahora.cu , consultado el 2 de febrero del 2011.
– Garve, Lucas. “Las cubanas del hip hop”. En: www.conexioncubana.com, consultado el 3 de febrero del 2011.
– Gordillo, Lirians. “Ser Magia en todo momento”. En: Revista Movimiento # 7, pp. 8 – 10.
– Martiatu, María Inés. “Nuevas voces, nuevos reclamos en la canción cubana. Discurso femenino en el hip hop”. En: Revista Movimiento # 7, pp. 2 – 7.
– Martiatu, Inés María. “Alzar la voz”. En: http://www.lajiribilla.cu/2008/n360_04/360_11.html, consultado el 25 de enero del 2011.
– Santos Moray, Mercedes.” El protagonismo de la mujer en la música cubana”. En: http://www.cmbfradio.cu/cmbf/literatura/literatura_000021.html, consultado el 24 de enero del 2011.
– Selier Crespo, Yesenia. El movimiento de Rap Cubano: Nuevas identidades sociales a través de la cultura del hip hop. Informe del Programa Regional de Becas CLACSO. En: http://bibliotecavirtual.clacso.org.ar/ar/libros/becas/2005/demojov/selier.pdf , consultado el 3 de febrero del 2011.
[1] Etapa de madurez en su formación artística
[2] Destaca el tema “Mujer afrocubana” de Unión Perfecta, escrito por Yilian (La Precisa) y Yamay (La Fina).
[3] Roberto Zurbano citado por Martiatu, 2009:6.
[4] Además de las rapera (Mc), en el movimiento Hip Hop se incluyen la B-girls (La bailadoras), las Dj (disk jockeys) y las graffiteras.
[5] Significa ser recíprocas y ganarles a otros artistas que durante una improvisación las insulten o subestimen.