El exhibicionismo y la masturbación públicos, considerados una forma de violencia hacia las mujeres, demandan un mayor enfrentamiento desde las instituciones, la educación y el activismo social, trascendió durante la III Tercera Jornada Cubana de Estudios de las Masculinidades, en La Habana.

Este fenómeno, que ha sufrido en algún momento de su vida la mayoría de las mujeres en la isla caribeña, fue uno de los temas abordados en el encuentro, los días 8 y 9 de noviembre, organizado por la Red Iberoamericana y Africana de Masculinidades (RIAM).

La proyección del documental Mírame, mi amor (2002), de la realizadora Marilyn Solaya, que expone este asunto desde la mirada de las víctimas, la medicina, el derecho y hasta de enfermos de este tipo de parafilia, dio paso al intercambio. 

De acuerdo con la sexóloga Beatriz Torres, a pesar de haber sido rodado hace una década –aún no ha sido exhibido en los cines y la televisión–, el audiovisual mantiene su vigencia, pues esta realidad persiste y los exhibicionistas y masturbadores siguen agrediendo a las mujeres en espacios públicos, desde las calles, las playas y hasta en las universidades.

Todo indica que se trata de una conducta masculina muy extendida. Para el material fílmico, Solaya realizó 2.000 entrevistas a mujeres, de ellas, 97,7 por ciento refirió haber sido alguna vez víctima de masturbadores, mientras que 62 por ciento sufrió ese tipo de agresión en más de una ocasión.

Este fenómeno, consideró Torres, requiere de orientación para las víctimas, que no pueden ser en ningún caso revictimizadas con un tratamiento legal inadecuado, además de que se precisa atención médica para los victimarios, cuando se trata de conductas parafílicas, y rechazo social para quienes son enfermos.

Según explicó la especialista, no todos los masturbadores son parafílicos. Hay una conducta parafílica cuando esa persona solo logra –o fundamentalmente– el  placer sexual por esa vía, sufre y le afecta su vida sentimental. Esas personas sí están enfermas, no así el resto, precisó. Si es un aprendizaje o no, todavía no está resuelto, pero es una problemática de salud y social que se debe atender.

Hasta dónde se ha naturalizado esta práctica, cuáles con su raíces, qué papel le corresponde jugar a autoridades policiales, leyes, instituciones, sociedad y qué hacer ante este tipo de agresión fueron algunos de los puntos de debate.

Este no es un fenómeno nuevo. Según el profesor Julio César González Pagés, coordinador de la RIAM, estudios realizados indican que en fecha tan temprana como 1881 existían en La Habana quejas sobre este tipo de comportamiento.

“Desde el siglo XIX hasta acá algo está atravesando esas conductas y eso tiene que ver con la cultura”, consideró la psicóloga Mareelén Díaz Tenorio, quien durante años ha investigado la familia y la violencia.

La sexóloga indicó que, generalmente, se recomienda encarar este tipo de conducta, lo que se considera desalienta a los agresores; sin embargo, alertó, esa conducta podría resultar peligrosa pues, en no pocos casos, la clínica revela que estas personas pueden ser portadoras de más de una parafilia (exhibicionistas  y masturbadores) y pudieran ser violadores potenciales.

En entrevistas realizadas a masturbadores públicos, explicó González Pagés, en no pocos casos refieren que es por mimetismo, porque lo vieron en sus padres y lo ven como normal. “Empiezan en sus casas y van ganando espacio, primero en azoteas y luego en la calles, en lugares donde se realizan esas prácticas”, sostuvo.

Según abundó la médica Caridad Teresita García, en su larga práctica clínica son pocos quienes acuden voluntariamente a las consultas, pues generalmente los llevan sus parejas o van cuando, por necesidades judiciales, acuden a que la medicina certifique que se trata de una enfermedad.

Sobre el mito de que las mujeres provocan a los hombres con su modo de vestir, indicó, eso no puede ser excusa en ningún sector, porque es privarnos de la libertad a las mujeres, agregó.

En la contención y solución  de este problema, que no puede seguir silenciado, deben estar involucrados la salud pública, las leyes, las instituciones, organizaciones como la Federación Estudiantil Universitaria (FEU) cuando estas manifestaciones se producen en las universidades, la familia, las redes sociales y los medios de comunicación, con la participación de mujeres y hombres, señalaron.

La cantante Rochy Ameneiro, creadora del proyecto “Todas contracorriente” y activista por la no violencia, reveló a partir de una experiencia personal el miedo y el rechazo que sienten las mujeres agredidas, así como la impotencia que produce no encontrar una acción severa y eficaz de las autoridades contra los agresores.

En el encuentro de dos días fueron analizados problemas que afectan la salud de los hombres, como el cáncer de próstata, la colocación de perlas en el pene, la inyección de aceite de maní para lograr cuerpos perfectos, el uso de anabólicos en los gimnasios y el consumo por parte de los jóvenes de medicamentos para elevar la potencia sexual, temas comúnmente silenciados a nivel social.

Especialistas indicaron que, por machismo, los hombres rehúsan hacerse la prueba para detectar cáncer de próstata, obviando que 90 por ciento de quienes lo padecen mueren por esa causa. En el país no existe un programa que los sensibilice a realizarse este examen que, a tiempo, puede salvarles la vida.

La fecha escogida para la jornada no fue casual, sino que se inserta en la campaña por la no violencia hacia las mujeres “porque todos estos temas tienen una relación directa con ese fenómeno, declarado por las Organizaciones Mundial y Panamericana de la Salud (OMS-OPS) como una de las pandemias más grande del mundo de hoy y  del cual los hombres somos los grandes propiciadores”, declaró a SEMlac González Pagés.

“Hacerlo previo a la Jornada por la no violencia, que comienza el 25 de noviembre y se extiende hasta el 10 de diciembre, permitirá sumar a los hombres para llegar a la campaña de los 16 días con acciones concretas de apoyo a las instituciones que despliegan esta iniciativa en el país”, dijo el coordinador de la RIAM.

La RIAM se ha sumado, junto a otras acciones y organizaciones que participan en la jornada cubana, a la campaña Únete del Secretario General de las Naciones Unidas para poner fin a la violencia hacia las mujeres y las niñas.

 

Enlaces Relacionados:

Cuba se une a la campaña de Naciones Unidas

http://www.onu.org.cu/document/7496651ee99011e1bfe174e50b6b2106/details/

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

7 − cinco =