Las estrategias demográficas tienen que mirar a la localidad

A pesar de que en Cuba los indicadores sociales y demográficos suelen ser bastante homogéneos, análisis especializados indican que cualquier estrategia de desarrollo tiene que incluir las particularidades territoriales.
“Nuestro país presenta una muy avanzada transición demográfica, con muy bajos valores de fecundidad y mortalidad y altos niveles de urbanización, concentración poblacional y envejecimiento”, precisó Juan Carlos Alfonso Fraga, director del Centro de Estudios de Población y Desarrollo (CEPDE), de la Oficina Nacional de Estadísticas (ONE).

Sin embargo, a juicio del investigador, esos avances hay que estudiarlos hasta en los mínimos detalles.
“Debemos llevar esa línea de investigación en la evolución sociodemográfica del país a la disección del problema; ver lo que sucede a nivel territorial, a nivel municipal, incluso por grupos sociales. Eso es importante en todas las definiciones de política, los análisis que tenemos que hacer en el caso de Cuba.”
Para el experto, un ejemplo puede darse en el terreno del envejecimiento poblacional, principal reto demográfico que enfrenta la sociedad cubana actualmente.
Cuba ha transitado desde 11,3 por ciento de personas de 60 años y más en 1985 hasta 15,9 por ciento en 2006. O sea, en el término de 20 años, el envejecimiento se ha incrementado en 4,6 puntos porcentuales.
Sin embargo, según El envejecimiento de la población cubana, una de las publicaciones presentadas por el CEPDE este 11 de julio, “desde el punto de vista territorial existe una evidente diferenciación”.
El occidente, excepto Pinar del Río, y el centro hasta Sancti Spíritus “muestran valores por encima de la media nacional y, por tanto, clasifican en el Grupo III de Envejecimiento, donde las provincias de Villa Clara y Ciudad de La Habana presentan los valores extremos”, expone el texto.
Mientras, Pinar del Río y el oriente, a partir de Ciego de Ávila, sin incluir Camagüey, “se ubican en el Grupo II, destacándose la Isla de la Juventud y Guantánamo con los valores más bajos” de envejecimiento.
El análisis a nivel de los municipios muestra una diferencia aún más marcada.
Paralelamente, para el director del CEPDE, no basta con saber que Cuba tiene 15,9 por ciento de personas de 60 años y más.
En busca de un envejecimiento con calidad de vida, hay que particularizar en cuántos de esos adultos mayores ya sobrepasaron los 80 años y cuáles son sus necesidades puntuales.
En ese camino, Alfonso señaló que ya hay municipios en Cuba que sobrepasan el 20 por ciento de personas con 80 y más años, ubicados fundamentalmente en la zona central del país, y eso impone análisis más detallados.
Sobre todo porque, como precisa El envejecimiento de Cuba, la población de adultos mayores en la isla, como tendencia, “seguirá incrementándose ininterrumpidamente, aun bajo el supuesto de que la población deje de crecer en los próximos 15 a 20 años, mientras que la población joven tiende al decrecimiento”.
Situación similar se presenta en el caso de las migraciones internas, cuyos estudios hay que llevarlos no sólo a nivel de los intercambios de migrantes entre las provincias, sino entre los municipios, e incluso a nivel de asentamientos poblacionales más pequeños.
Varias líneas de investigaciones quedaron esbozadas en la intervención de Alfonso, entre las que sobresale el estudio de los interesantes intercambios migratorios entre La Habana y Ciudad de La Habana, o el caso del municipio de San Antonio de los Baños, por sólo citar otro ejemplo.
Este territorio habanero, calificado por el experto como “la capital del crecimiento demográfico en Cuba”, tiene un crecimiento poblacional acentuado frente a una situación nacional de decrecimiento demográfico en términos absolutos. 

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