Estrategia de género fortalece respuesta nacional al VIH

Por primera vez se desarrolla en Cuba una estrategia de género como parte de la respuesta nacional al VIH/sida. La iniciativa responde al número creciente de mujeres infectadas por el virus y las situaciones de vulnerabilidad que genera la cultura patriarcal.

«No es igual un diagnóstico para una mujer que para un hombre. Cuando en un hogar se encuentra una mujer con VIH/sida, ella continúa con sus actividades y responsabilidades cotidianas, incluso llega a repartir, entre los miembros de la familia, la dieta que se le asigna para su autocuidado y nutrición.

No ocurre así con la mayoría de los hombres; en estos casos la familia suele reorganizarse en función del cuidado de esa persona y su restablecimiento», afirma Rosaida Ochoa Soto, directora del Centro Nacional de Prevención de las ITS y el VIH-sida (CNP).

La «Estrategia de género en apoyo al componente educativo de la Respuesta Nacional a las ITS-VIH/sida» fue presentada el jueves 21 de febrero durante la XXII Feria Internacional del Libro de La Habana, realizada del 14 al 24 de febrero,
El público meta de esta iniciativa serán los grupos etarios con mayor efecto de la epidemia en el país; principalmente personas entre 24 y 39 años, aunque las estadísticas apuntan un incremento entre cubanas y cubanos mayores de 50 años.

Si bien los hombres son el grupo más impactado por el VIH, las estadísticas apuntan a que los prejuicios y roles sexuales tradicionalmente asignados a las mujeres generan conductas de riesgo y hacen mucho más vulnerables a las cubanas frente a las enfermedades de transmisión sexual.

Al enfoque de género se integra también el reconocimiento de la diversidad sexual, las características culturales, religiosas y étnicas de la población; además de que se le otorga especial importancia a la erradicación de la violencia contra las mujeres por motivos de género.

Con un plazo de ejecución de cinco años (2013-2017), la estrategia incluye varios ejes: elaboración de un marco de referencia conceptual acorde a las particularidades de la sociedad cubana y el comportamiento de la epidemia; capacitación de profesionales del sector de la salud en todas las provincias; desarrollo de proyectos de transformación comunitarios que generen igualdad de género e implementación de campañas comunicativas en medios nacionales.

Según Inalvis Rodríguez Pérez, oficial de género del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo en Cuba, la estrategia es «una nueva experiencia en el campo de las políticas públicas, pues en la medida en que se vayan obteniendo mejores resultados en la respuesta al VIH se estará contribuyendo a la igualdad de género y viceversa».

Otro de los aportes del proyecto es la conformación de un equipo gestor que asesoró a los profesionales de la salud en temas de género, la investigación social, los medios de comunicación y actores de la sociedad civil que diseñaron la estrategia.

No obstante, llevar a feliz término la implementación del programa de acciones implica múltiples desafíos. «Resulta muy difícil todo lo relacionado con la construcción cultural, los cambios de comportamiento», precisó Rodríguez.

El proceso incluye la transformación constante del propio grupo gestor y, de manera especial, nuestra influencia en quienes deciden las políticas. «Esta es una tarea ardua, pero nos hemos reunido un grupo de soñadores y no descansaremos hasta hacer nuestro sueño realidad», comentó a SEMlac la doctora Rosaida Ochoa Soto.

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