Estudios de comunicación profundizan en enfoque de género

Si bien los medios de comunicación continúan siendo un espacio de legitimación de estereotipos vinculados a qué es ser hombre y ser mujer, los estudios críticos que observan esa realidad van siendo cada vez más numerosos y abarcan espacios más diversos, coinciden especialistas.

Los avatares de tres pastoras de la iglesia bautista; la representación de la mujer en medios de comunicación o audiovisuales y hasta la socialización de género en el consumo cultural adolescente, entre otros asuntos, integran el abanico temático de las tesis de pregrado que presenta este mes de junio la Facultad de Comunicación (FCOM), de la Universidad de La Habana.

“Las investigaciones vinculadas al género de la Facultad de Comunicación, en particular, han dado un salto exponencial en los últimos cinco años”, aseguró a SEMlac la doctora Isabel Moya, directora de la Editorial de la Mujer y profesora de la asignatura, aún opcional, que se acerca directamente a estas temáticas en ese centro de estudios.

“Pero es particularmente interesante que ya no se limitan al ejercicio del Periodismo, sino que se han extendido a la Comunicación Social y, muy recientemente, a las Ciencias de la Información, los otros dos perfiles que integran la Facultad”, agregó Moya.

El curso actual cerró con una decena de investigaciones vinculadas a estas temáticas: seis en Periodismo, tres en Comunicación Social y una en Ciencias de la Información

La cifra, incluso, podría crecer, porque unos pocos estudiantes fueron autorizados a prorrogar su ejercicio de graduación hasta el próximo diciembre y esos estudios aún no están entregados.

La propuesta desde las Ciencias de la Información resulta particularmente interesante, pues hace un análisis de contenido sobre los temas de género en 13 blogs cubanos, entre 2008 y 2014.

A juicio de Sulema Rodríguez Roche, magíster en ciencias y profesora de la facultad, tiene valor, además, porque “es la primera que aborda directa y explícitamente la temática de género. Antes hubo algún otro acercamiento, pero más indirecto”, indicó a SEMlac.

La autora, Yaimara Posada, identificó entre los tópicos más reiterados en esos espacios digitales el feminismo, los derechos sexuales, la diversidad sexual y la homofobia, la discriminación racial, el activismo ciudadano y la violencia contra las mujeres y las niñas.

Además, confirmó que muchos de “los debates generados en los blogs están ausentes del foro público en Cuba”, según las conclusiones de su informe escrito.

“Los resultados obtenidos son necesarios, aunque algunos ya sean conocidos en sectores especializados, pero puestos en blanco y negro pueden tener mayor impacto”, explicó Rodríguez Roche, quien también fue tutora del estudio.

Aunque sus ejercicios docentes nunca interactuaron entre sí, ni abordan espacios similares de análisis, las conclusiones de la futura periodista Asalia Gort están bastante cercanas a las de Posada.Gort examinó 10 audiovisuales seleccionados de la Muestra Joven ICAIC, entre 2007 y 2014, y encontró temas muy reiterados como la violencia o la diversidad sexual; pero otros “poco visitados, como la doble y triple jornada de las mujeres” o “el cuestionamiento a la distribución de los roles domésticos y las problemáticas de las mujeres en el espacio rural”.

En general, dos elementos coinciden en los 10 ejercicios académicos ya citados: todas las autoras son mujeres, lo cual sigue confirmando que pocos hombres conocen estos asuntos, están sensibilizados con ellos o les interesa abordarlos.

Además, todas las estudiosas reconocen, de manera más o menos directa, el insustituible papel de la capacitación y la asesoría especializada a la hora de reflejar las temáticas de género en los medios de comunicación.

Un buen ejemplo es la opinión de Gort respecto a la conciencia de género que realizadores y realizadoras de los cortos analizados mostraron en sus obras.

“No tienen una mirada consciente del compromiso que una categoría de género reclama a la hora de construir sus personajes femeninos, los cuales a menudo son fruto de la experiencia más próxima, y no de una articulación con los resultados de una pesquisa social o la consulta a expertos”, expresó en su tesis.

Recorrido por la academia

“Los estudios centrados en temáticas de género han adquirido mayor protagonismo en la agenda académica de la Facultad de Comunicación durante el último lustro”, confirmó a SEMlac la psicóloga Ileana González López, vicedirectora docente del Instituto Internacional de Periodismo “José Martí”.

Resultado de una investigación aún en curso, la afirmación de González López está respaldada por datos concretos: si entre 1987 y 2007 apenas se realizaron una decena de tesis de licenciatura relacionadas con este tema en la FCOM, entre 2008 y 2013 sumaron 18, dos de ellas de Maestría y una vinculada a un ejercicio de Doctorado.

Este junio, la tesis de Licenciatura en Comunicación Social de Lisbetty Andrade amplía el período y la muestra de González y evalúa la producción de investigaciones sobre género, realizadas entre 1980 y 2014 en La Habana.

El estudio de Andrade identificó 148 investigaciones en ocho centros académicos que incluyen facultades universitarias y algunos centros de investigación como el de Estudios de la Mujer, de la Federación de Mujeres Cubanas, y el de Investigaciones Sociales del Instituto Cubano de Radio y Televisión.

En este amplio universo, solo 44 estudios se dedicaron a la relación entre Comunicación y Género, 25 de ellos en la FCOM y el resto distribuidos entre las Facultades de Sociología y Psicología de la propia Universidad.

El mayor número de investigaciones se concentra entre 2010 y 2014.

Aunque la recopilación de González y la de Andrade no coinciden exactamente en los totales de estudios entre los dedicados al género y la comunicación, ambas indagaciones confirman una tendencia al crecimiento del interés por el tema.

Para Moya, ello puede deberse a tres elementos fundamentales.

“Por una parte, está la voluntad institucional de la Facultad de propiciar la incorporación de la perspectiva de género, no solo como tema de investigación, sino desde la necesidad de posicionarse en ella para mirar los procesos de comunicación”, detalló.

Los otros dos serían el efecto acumulado de cinco años de existencia de la asignatura opcional de Género y medios de comunicación y la cada vez mayor presencia de profesores capacitados o sensibilizados en el tema en la FCOM.

Sin embargo, aún resulta una asignatura pendiente la transversalización de la perspectiva de género en el currículo académico de las tres carreras de la facultad, coinciden las profesoras entrevistadas, pero aportan matices para el análisis.

Propuesta por la periodista Karina Escalona entre las conclusiones de su investigación de la Maestría de Género, “la inclusión de la perspectiva de género en la construcción del discurso mediático constituye una de las vías para establecer nuevas propuestas comunicativas más incluyentes y desligadas de la tradicionales prácticas comunicativas verticales y discriminatorias.

Pero, en el caso concreto de las carreras de la Facultad de Comunicación, tropieza con escollos concretos.

“Muchos profesores de la Facultad somos recién graduados que no estudiamos género en la carrera, por tanto difícilmente tenemos preparación para incorporar sus postulados de manera transversal en nuestros planes de clases”, explicó a SEMlac Aline Marie Rodríguez, una joven profesora del departamento de Periodismo.

Rodríguez estudió mucho el tema este año, pues se desempeñó como tutora de una de las tesis ya citadas y reconoció su “enorme valor para la profesión, pero también su complejidad”.

Por su parte, Zulema Rodríguez Roche considera que “aunque el estado ideal es un sistema de formación que transversalice la perspectiva de género en el lenguaje, en la selección de las lecturas, en el abordaje de los diferentes problemas asociados a la ciencia y a la profesión, aun no estamos cerca de eso”.

“Por ahora, la inclusión de una asignatura sobre género en los planes de estudios, no solo como optativa, sería un paso importante por sus efectos rápidamente multiplicadores, pues los estudiantes adquieren sensibilidad y competencias sobre el tema”, agregó.

Moya, en tanto, no observa el debate entre estas dos variantes como “dicotómico o excluyente”.

“Por una parte es necesario avanzar en que todas las disciplinas incluyan la perspectiva de género, y eso quiere decir visibilizar a las grandes periodistas de este país, o que en Historia de la Prensa, por ejemplo, no se estudien solo los medios de prensa convencionales, sino también un periódico como La Cebolla, hecho por prostitutas a inicios del siglo XX, o Minerva, cuyas autoras eran mujeres negras”, insistió.

Sin embargo, esta experta considera también que una asignatura propiamente dicha permite recorrer la teoría, que aún está en construcción, y enriquecer el ejercicio académico, deteniéndose en particularidades a las que no se llega desde otras disciplinas.

Ante todo, Moya defiende la necesidad de introducir en los estudios de la FCOM “temas que hoy son fundamentales para abordar la realidad social desde la perspectiva de los derechos”.

“Se trata de promover desde las aulas una concepción más emancipadora, de generar espacios académicos que permitan pensar la Cuba de hoy también desde sus contradicciones y, por tanto, desde el espacio que deben tener los medios de comunicación para problematizarlas y atenderlas”, aseveró Moya.

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